Esta generación de activistas está utilizando las nuevas tecnologías que tienen a su disposición.
Los activistas del medio ambiente han siempre utilizado la presión pública, los sabotajes y la confrontación para luchar por sus causas. Sin embargo, una nueva generación de “defensores ecológicos” está revolucionando la lucha por causas ecológicas.
Viajando por todo el mundo, en medio de una campaña contra la caza de ballenas, Emily Hunter conoció muchos innovadores defensores ecológicos.
“Hay mucha gente, como Jamie Henn, que están conectados a través de 350.org y quienes se están movilizando el mundo entero”, dice Hunter. “Gente como Tania Field, una mujer afro estadounidense del Bronx en Nueva York, quien está utilizando la agricultura urbana como mecanismo de cambio”, explica.
Hunter creció con el movimiento ambientalista ya que sus padres son los cofundadores de Greenpeace. Robert Hunter, su padre, lideró la primera protesocial
cista contra la caza de ballenas y organizó campañas contra las pruebas nucleares y el cambio climático. La revista Time lo nombró el “Eco héroe” del siglo XX. Sin embargo, su hija dice que el movimiento del siglo XXI es diferente.
“Hay mucha más diversidad por todas partes. Las caras y las voces ya no son solo blancas y de gente adinerada. Hay gente de todo tipo y de todo el mundo”, dice Jamie Hunter.
Ella pidió a 22 de estas personas que compartieran sus historias en el libro, “Los próximos guerreros ecológicos”.
Por ejemplo, Kevin Ochieng, de 24 años originario de Kenia, relata cómo lideró 5.000 personas en una marcha para llamar la atención sobre el cambio climático.
Para explorar las posibilidades y difundir su mensaje, Hunter dice, esta generación de activistas está utilizando las nuevas tecnologías que tienen a su disposición.
Viajando por todo el mundo, en medio de una campaña contra la caza de ballenas, Emily Hunter conoció muchos innovadores defensores ecológicos.
“Hay mucha gente, como Jamie Henn, que están conectados a través de 350.org y quienes se están movilizando el mundo entero”, dice Hunter. “Gente como Tania Field, una mujer afro estadounidense del Bronx en Nueva York, quien está utilizando la agricultura urbana como mecanismo de cambio”, explica.
Hunter creció con el movimiento ambientalista ya que sus padres son los cofundadores de Greenpeace. Robert Hunter, su padre, lideró la primera protesocial
cista contra la caza de ballenas y organizó campañas contra las pruebas nucleares y el cambio climático. La revista Time lo nombró el “Eco héroe” del siglo XX. Sin embargo, su hija dice que el movimiento del siglo XXI es diferente.
“Hay mucha más diversidad por todas partes. Las caras y las voces ya no son solo blancas y de gente adinerada. Hay gente de todo tipo y de todo el mundo”, dice Jamie Hunter.
Ella pidió a 22 de estas personas que compartieran sus historias en el libro, “Los próximos guerreros ecológicos”.
Por ejemplo, Kevin Ochieng, de 24 años originario de Kenia, relata cómo lideró 5.000 personas en una marcha para llamar la atención sobre el cambio climático.
Para explorar las posibilidades y difundir su mensaje, Hunter dice, esta generación de activistas está utilizando las nuevas tecnologías que tienen a su disposición.