La nueva línea de iPhones anunciada esta semana incluye herramientas para ayudar a los usuarios a reducir sus obsesiones con los teléfonos inteligentes, en medio de una creciente preocupación por la "adicción" y los efectos nocivos en los niños. Al menos eso dice Apple.
Un sistema operativo móvil iOS 12, una actualización de los modelos anteriores, tiene nuevas características para presuntamente ayudar a reducir las distracciones.
El vicepresidente senior de ingeniería de software de Apple, Craig Federighi, dijo en una conferencia de desarrolladores a principios de este año que el nuevo sistema ofrece "información detallada y herramientas" para ayudar a los usuarios y padres a controlar el uso del dispositivo.
Una nueva herramienta de "tiempo en la pantalla" genera informes de actividad que muestran con qué frecuencia las personas recogen sus iPhones o iPads, cuánto tiempo pasan en las aplicaciones o en los sitios web, y la cantidad de notificaciones recibidas.
Los usuarios podrán establecer límites en el tiempo dedicado a las aplicaciones. Los padres podrán obtener informes de actividades de los iPhones o iPads de sus hijos e imponer límites de tiempo a las aplicaciones desde los juegos y las noticias hasta las redes sociales y los mensajes.
El sistema operativo también permitirá a las personas designar un "tiempo de inactividad" cuando no se pueden usar iPhones o iPads, tal vez la hora de acostarse de un niño o la meditación de un adulto.
La inversionista activista Jana Partners y el California State Teachers 'Retirement System (CalSTRS), que tienen intereses en Apple, pidieron a la compañía a principios de este año que brinde a los padres más herramientas para garantizar que los niños usen sus dispositivos de forma racional.
Apple ha estado trabajando para incrementar los ingresos de servicios y contenido digital como música y películas, pero la mayor parte del efectivo que recibe proviene de las ventas de iPhone.
La carta cita un creciente cuerpo de evidencia de que el uso excesivo de teléfonos inteligentes puede estar teniendo consecuencias negativas en los jóvenes.
Un estudio de maestros descubrió que la gran mayoría considera que los teléfonos inteligentes son una distracción cada vez mayor en las escuelas, lo que erosionaría la capacidad de los estudiantes para concentrarse en clase causándoles dificultades sociales y emocionales.