Como parte de sus esfuerzos por resaltar la necesidad de que las normas de educación que rigen en EE.UU. deben ser revisadas, el presidente Barack Obama destacó los progresos obtenidos por una escuela secundaria en el estado de Tennessee.
Obama dedicó este sábado su mensaje semanal a enfocar la atención del país en la escuela secundaria superior Booker T. Washington, en Memphis, donde el presidente pronunció el discurso de graduación el lunes pasado.
Esta escuela “ya no es ejemplo de las fallas de la educación. Es ejemplo de la forma de corregir sus problemas.”, dijo, en demostración de que los adecuados incentivos pueden ayudar al éxito académico en los centros docentes.
“Con el liderazgo de una directora dinámica y maestros dedicados, iniciaron academias especiales para los estudiantes de noveno grado (…) Les dieron la posibilidad a los estudiantes de tomar cursos avanzados o vocacionales”, explicó.
Omaba resaltó que “hoy en día, cuatro de cada cinco estudiantes en la secundaria obtienen un diploma, 70 por ciento continúa su educación, y muchos de ellos son los primeros de su familia en ir a la universidad”.
El resultado ha sido que las tasas de graduación de la escuela, ubicada en un barrio pobre, se han elevado de manera impresionante en sólo tres años, y el centro ganó una competencia nacional que la hizo merecedora de que el presidente pronunciara este año las palabras de graduación de curso.
“Necesitamos alentar este tipo de retos en todo el país, premiar las reformas que son iniciativas no de Washington, sino de directores, maestros y padres. Esa es la forma de hacer progresar la educación, de abajo hacia arriba, en vez de arriba hacia abajo”, señaló.
También destacó la importancia de permitir que todos los estados se beneficien del éxito de la iniciativa llamada Race to the Top (Carrera a la Cúspide), y de promover reformas que alienten a las comunidades a determinar qué es lo mejor para los muchachos.
“Por eso es tan importante que el Congreso reemplace la ley No Child Left Behind (Que ningún niño quede atrás) este año, para que las escuelas tengan flexibilidad. La reforma no puede esperar”, subrayó.
Existe un acuerdo bipartidista sobre la necesidad de cambiar las leyes que rigen en el sistema de educación del país, pero las perspectivas no son muy alentadoras debido a que la agenda legislativa está prácticamente repleta de apremiantes temas económicos, como la deuda, el déficit fiscal y desempleo.