El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibe en la Casa Blanca a ex secretarios de Defensa y de Estado de ambos partidos, para procurar el apoyo a la ratificación del tratado de reducción de armas nucleares con Rusia.
El presidente Obama quien manifestó su "confianza en que el tratado será aprobado", aspira a discutir la relevancia que su gobierno otorga a la aprobación por parte del Senado del tratado, llamado START en inglés, el cual reduciría los arsenales de armas nucleares de Rusia y Estados Unidos y revitalizaría las inspecciones que fueron interrumpidas hace casi un año, cuando expiró el tratado anterior.
El encuentro se lleva a cabo en la Sala Roosevelt, donde el mandatario, el vicepresidente Biden y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, reciben al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador John Kerry, el senador Richard Lugar y ex senador Sam Nunn, así como a los ex secretarios de Estado, Madeleine Albright, James Baker y Henry Kissinger, entre otros.
En la apertura del encuentro el presidente Obama dijo que es “imperativo para la seguridad nacional aprobar el tratado este año” y recordó que, como dijo el ex presidente Ronald Reagan, "creemos en lo que Rusia nos dice, pero nos gusta tener la oportunidad de verificarlo".
También el mandatario recordó que el tema fue impulsado por todos los presidentes que le precedieron desde Ronald Reagan, incluyendo George W.H. Bush, Bill Clinton y George W. Bush, y aseguró que "este tema no es sobre política, sino sobre seguridad nacional".
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que "el presidente continuará presionando” e insistió en que el mandatario considera que “el Senado debería decidir sobre la propuesta antes del receso" de fin de año.
Sin embargo, el senador republicano Jon Kyl, se refirió al tratado como un fuerte contratiempo para el país y manifestó que no está dispuesto a votarlo este año y considera que se necesita más tiempo antes de ratificar el documento.
El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, emitió un comunicado pidiendo un rápido tratamiento de la iniciativa y se manfestó "perplejo" por la posición del senador Kyl.
El tratado tiene el apoyo de algunos republicanos moderados, pero la oposición de Kyl dificulta la ratificación de la iniciativa. Se necesitan 67 votos para la aprobación, por lo cual la mayoría demócrata precisa al menos ocho votos republicanos para la ratificación.