El presidente estadounidense no tiene planeada ninguna reunión formal con Vladimir Putin, pero sí con los líderes de Francia y Japón.
Un protocolar apretón de manos marcó el primer encuentro del presidente Barack Obama y el anfitrión de la Cumbre del G-20, el presidente ruso, Vladimir Putin, en San Petersburgo, en el inicio de la reunión que tendrá la crisis en Siria como punto principal.
La relación entre los dos líderes no ha sido la mejor en los últimos años y empeoraron con el otorgamiento de asilo temporal al exasesor de inteligencia Edward Snowden.
El más reciente desencuentro se dió el miércoles, cuando Putin acusó al secretario de Estado "de mentir" sobre el origen del ataque con gases neurotóxicos de los que se acusa al régimen de Bashar al-Assad, al que defiende Rusia.
La Casa Blanca ha dicho que Obama y Putin siguen sin tener planes para reunirse cara a cara de manera formal, aunque los líderes seguramente tendrán "interacción" en los pasillos de la Cumbre como la tuvieron este día.
En cambio, el encuentro bilateral con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se llevó a cabo este día, quedando pendiente otro similar con el presidente francés, François Hollande.
Se espera que en la cumbre los debates sobre la guerra civil en siria y el potencial ataque militar de Estados Unidos, aunque no estén en la agenda oficial, opaquen los otros temas económicos –crecimiento económico y empleo-que serán tratados más formalmente durante las sesiones de trabajo.
De todos modos, como dijo la jefa de la Dirección de Expertos adjunta a la Presidencia rusa, Kseniya Yudáyeva, "los documentos (de la cumbre) están consensuados al 99,99 por ciento... y apenas quedan por fijar tres paréntesis, por lo que ya hemos logrado todo lo que nos proponíamos, incluso más. Porque los países (del G20) han aceptado asumir compromisos añadidos en determinados asuntos".
Obama está buscando un apoyo más amplio, tanto en casa como en el extranjero, para atacar militarmente al gobierno de Siria por el supuesto uso de armas químicas en contra de civiles. Su intención es la de ampliar una coalición que por el momento solo tiene el apoyo de Francia, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait.
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El más reciente desencuentro se dió el miércoles, cuando Putin acusó al secretario de Estado "de mentir" sobre el origen del ataque con gases neurotóxicos de los que se acusa al régimen de Bashar al-Assad, al que defiende Rusia.
La Casa Blanca ha dicho que Obama y Putin siguen sin tener planes para reunirse cara a cara de manera formal, aunque los líderes seguramente tendrán "interacción" en los pasillos de la Cumbre como la tuvieron este día.
En cambio, el encuentro bilateral con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se llevó a cabo este día, quedando pendiente otro similar con el presidente francés, François Hollande.
Se espera que en la cumbre los debates sobre la guerra civil en siria y el potencial ataque militar de Estados Unidos, aunque no estén en la agenda oficial, opaquen los otros temas económicos –crecimiento económico y empleo-que serán tratados más formalmente durante las sesiones de trabajo.
De todos modos, como dijo la jefa de la Dirección de Expertos adjunta a la Presidencia rusa, Kseniya Yudáyeva, "los documentos (de la cumbre) están consensuados al 99,99 por ciento... y apenas quedan por fijar tres paréntesis, por lo que ya hemos logrado todo lo que nos proponíamos, incluso más. Porque los países (del G20) han aceptado asumir compromisos añadidos en determinados asuntos".
Obama está buscando un apoyo más amplio, tanto en casa como en el extranjero, para atacar militarmente al gobierno de Siria por el supuesto uso de armas químicas en contra de civiles. Su intención es la de ampliar una coalición que por el momento solo tiene el apoyo de Francia, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait.