El presidente Barack Obama califica el fallo de la Corte Suprema que ratificó su reforma del sistema de salud como una "victoria para el pueblo de todo el país".
El presidente Obama defendió nuevamente la ley de Salud ratificada hoy por la Corte Suprema de Justicia, recordando a los estadounidenses los beneficios que recibirán en virtud de la misma.
“La más alta Corte se ha pronunciado y continuaremos implementando esta ley”, dijo, agregando que es necesario avanzar en los otros asuntos que preocupan al país.
“Habrá muchos que van a discutir sobre quién ganó y quién perdió con la decisión de la Corte, pero la verdad es que se trata de una victoria para todos los estadounidenses”, agregó.
La resolución de la corte, dijo Obama, sustenta el principio fundamental de que en Estados Unidos, la nación más rica del mundo, nadie debe caer en la ruina debido a una enfermedad.
El presidente aseguró que ganan todos, los que tienen seguro y los que no se lo pueden permitir. Además se refirió a aquellos que ya tienen una enfermedad cuando tratan de adquirir un seguro, y tienen que enfrentarse a tasas demasiado altas.
“Las compañías aseguradoras no seguirán teniendo la oportunidad de discriminar a ningún americano por condiciones preexistentes de salud, la aseguradoras no te podrán discriminar por ser una mujer”, dijo el presidente.
El presidente también defendió que su reforma es buena para las clases medias, minutos después de que Romney dijera que su reforma será una subida de impuestos para las clases medias.
“Esta provisiones dan de protecciones de sentido común a las familias de clase media y tienen un gran apoyo popular y ahora con esta decisión seguirán adelante” ha asegurado.
Después de que Romney, prometiera acabar con la reforma en el futuro, Obama ha asegurado que para él esto no es una consideración política sino algo para el bien del país y ha pedido no volver a las batallas políticas.
“Continuaremos implementando esta ley y mejorándola, lo que el país no puede hacer es volver a la situación que había hace dos años ni las batallas políticas de entonces”, ha asegurado.
El fallo constituye un triunfo para la administración Obama, que invirtió un enorme capital político y 18 meses de cabildeo para aprobar la ley, que ningún otro presidente había logrado aprobar.
http://www.youtube.com/embed/fBdD5Y8ukoI
“La más alta Corte se ha pronunciado y continuaremos implementando esta ley”, dijo, agregando que es necesario avanzar en los otros asuntos que preocupan al país.
“Habrá muchos que van a discutir sobre quién ganó y quién perdió con la decisión de la Corte, pero la verdad es que se trata de una victoria para todos los estadounidenses”, agregó.
La resolución de la corte, dijo Obama, sustenta el principio fundamental de que en Estados Unidos, la nación más rica del mundo, nadie debe caer en la ruina debido a una enfermedad.
El presidente aseguró que ganan todos, los que tienen seguro y los que no se lo pueden permitir. Además se refirió a aquellos que ya tienen una enfermedad cuando tratan de adquirir un seguro, y tienen que enfrentarse a tasas demasiado altas.
“Las compañías aseguradoras no seguirán teniendo la oportunidad de discriminar a ningún americano por condiciones preexistentes de salud, la aseguradoras no te podrán discriminar por ser una mujer”, dijo el presidente.
El presidente también defendió que su reforma es buena para las clases medias, minutos después de que Romney dijera que su reforma será una subida de impuestos para las clases medias.
“Esta provisiones dan de protecciones de sentido común a las familias de clase media y tienen un gran apoyo popular y ahora con esta decisión seguirán adelante” ha asegurado.
Después de que Romney, prometiera acabar con la reforma en el futuro, Obama ha asegurado que para él esto no es una consideración política sino algo para el bien del país y ha pedido no volver a las batallas políticas.
“Continuaremos implementando esta ley y mejorándola, lo que el país no puede hacer es volver a la situación que había hace dos años ni las batallas políticas de entonces”, ha asegurado.
El fallo constituye un triunfo para la administración Obama, que invirtió un enorme capital político y 18 meses de cabildeo para aprobar la ley, que ningún otro presidente había logrado aprobar.
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