El presidente estadounidense Barack Obama presentó, este viernes 23 de septiembre de 2011, un plan para introducir cambios en la ley educativa No Child Left Behind, (Que ningún niño se atrase) como forma de eximir a los estados de ciertos requisitos de la legislación si cumplen con determinados parámetros.
Obama propuso que los estados tengan permiso para solicitar al departamento de Educación ser eximidos de algunos de los requerimientos de la ley si cumplen con ciertas condiciones. Estas condiciones incluyen parámetros para preparar a los estudiantes para la universidad y para evaluar la calidad de los profesores.
“Nuestro gobierno proporcionará flexibilidad de la ley a cambio de un compromiso real de emprender cambios. Esta iniciativa no tiene por finalidad dar a los estados y los distritos una exención del rendimiento de cuentas, sino desencadenar energía para mejorar nuestras escuelas al nivel local", señaló el presidente Obama, durante la presentación de los cambios de la ley en la Casa Blanca.
Por su parte, el secretario de Educación, Arne Duncan, señaló que "deseamos quitarnos del camino y dar a los estados y distritos la flexibilidad de desarrollar soluciones a nivel local a sus retos educacionales, a la vez que protegen a los niños y hacen responsables a las escuelas de preparar mejor a los jóvenes para la universidad y las carreras".
La ley No Child Left Behind implementada durante el gobierno del ex presidente George W. Bush, fue una iniciativa aprobada con apoyo de ambos partidos, pero se ha vuelto cada vez más impopular a medida que muchas escuelas corren el riesgo de ser catalogadas como un fracaso, según la agencia de noticias The Associated Press.
El legislador republicano John Kline, que preside el comité de temas educativos de la Cámara de Representantes, ha cuestionado la movida de Obama y la propuesta de que el Departamento de Educación ofrezca exenciones a las escuelas.