Obama se reúne con los vecinos

El presidente Obama habla ante los vecinos y pequeños empresarios invitados en el jardín de la casa de John Nicholas y Nicole Armstrong, en Fairfax, Virginia.

En uno de las reuniones con los vecinos, o “Town Meeting”, que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instaurado, el mandatario volvió a abordar la problemática de la economía.

En el encuentro sostenido en el jardín de una casa en el condado de Fairfax, en el estado de Virginia, el presidente Obama recordó que cuando asumió la presidencia su primera prioridad fue “detener la sangría” a la que estaba sometida la economía.

Sin embargo, dijo que en la actualidad “nunca he tenido más confianza en el futuro de nuestra economía”, dijo durante el encuentro con ciudadanos comunes, para “escuchar directamente de la gente lo que cada uno está viviendo”, dijo el mandatario.

En lo que la prensa estadounidense define como, “la extraordinaria confianza del presidente Obama para abordar una amplia variedad de temas”, como ocurrió en la conferencia del pasado 9 de septiembre, la octava desde que asumió, o actuar como moderador de su propia audiencia en la reunión con los vecinos en Virginia, el mandatario alentó a los participantes de presentar sus propios casos.

Así, el presidente recibió de primera mano, el comentario de un pequeño empresario de la industria de producción de energía limpia, que dijo que “tengo la intención de contratar 25 nuevos empleados, pero no hay ningún banco que me ofrezca un crédito para poder aumentar mi negocio y hacerlo”.

Recorte de impuestos en debate

En el encuentro con los vecinos, el presidente estadounidense volvió a abogar por al recorte de impuestos destinado a la clase media, en momentos en que el Congreso regresa a las sesiones.

Durante las últimas dos semanas, el presidente Obama, a quien las encuestas muestran con la aprobación de su gestión al frente de la economía en franca caída, apuntó al líder de la oposición Republicana en el Congreso, el representante de Ohio, John Boehner, como el responsable de la falta de avances en materia de exoneraciones de impuestos.

A partir del feriado del día del trabajo, el lunes 6 de septiembre, el mandatario inició una contraofensiva para reposicionarse frente a los ciudadanos, de cara a las elecciones legislativas de mediano término, donde el Partido Demócrata corre el riesgo de perder el control de ambas cámaras, el Congreso y el Senado.

El presidente Obama, afirmó una y otra vez en los últimos días, que no extenderá las exoneraciones tributarias decididas bajo el gobierno de su predecesor, el presidente George Bush.

El mandatario sostiene que dichos recortes tributarios están dirigidos al 2% de los estadounidenses más ricos y presionó al líder de la minoría en el Congreso para revisar su posición.

Las opciones para la oposición

Durante el fin de semana, el Congresista, Boehner dijo que votaría las exoneraciones fiscales propuestas por el ejecutivo si no le quedaba otra opción, aunque en el Senado los Republicanos anunciaron que sólo votarán el paquete completo, incluyendo a quienes ganan más de $250.000 dólares.

El cambio de posición de Boehner generó especulaciones de un posible compromiso antes de las elecciones. "Si la única opción que tengo es votar para aquellas personas que ganan $250.000 dólares al año o menos, por supuesto que lo voy a hacer", dijo a la cadena de televisión CBS.

Sin embargo agregó que "voy a hacer lo que pueda para pelear por extender los actuales niveles de impuestos para todos los estadunidenses".

La posición de Boehner fue bienvenida por la Casa Blanca. El portavoz presidencial Robert Gibbs dijo sin embargo que sólo el tiempo dirá si las acciones de Boehner serán distintas o si seguirá apoyando "las fracasadas políticas que nos llevaron a este desbarajuste", en referencia a los ocho años de gobierno del Partido Republicano, bajo el liderazgo del presidente George W. Bush.

El Congreso vuelve a sesiones

Mientras tanto, el Congreso estadounidense vuelve a sesiones, después de que el Senado lo hiciera tras el receso de verano, comenzando a debatir una agenda que incluye los tramos finales del presupuesto del año fiscal 2011 y resolver el debate sobre los recortes fiscales.

Mientras tanto, los congresistas dividen su tiempo entre las sesiones y la campaña para las elecciones del 2 de noviembre que renovarán los 435 escaños de la Cámara baja y una tercera parte de los 100 del Senado.

Los Republicanos aparecen al frente de las preferencias, aunque los Demócratas batallan para mantener el control del Congreso y el Senado, mientras el desempleo alcanza a casi 12 millones de estadounidense y las cifras de endeudamiento y pobreza se acercan a niveles récord.

Mientras tanto, la Casa Blanca incrementa la presión sobre los representantes para aprobar el presupuesto del año fiscal 2011, integrado por 12 iniciativas individuales de gasto y que inicia el primero de octubre.

La intención del ejecutivo ha sido llamar la atención sobre la estrategia de la oposición Republicana para bloquear la aprobación de iniciativas, que según el gobierno, pueden ayudar a la economía.

Si bien en general el partido en el gobierno suele perder bancas en la primera elección de medio término, debido al desgaste del gobierno y el tratamiento de los temas más conflictivos, los Demócratas corren el riesgo de perder el control de al menos un de las cámaras. Según el diario “The Washington Post”, entre los independientes, el presidente Obama recibe una desaprobación del 57%.