El presidente de Estados Unidos dijo al régimen de Pyongyang que ya no cree en sus promesas de "buena conducta" y que el tiempo de provocaciones se terminó.
Tras reunirse con su homólogo japonés, el mandatario estadounidense Barack Obama reveló que, entre otros temas, analizaron la situación de Asia y en especial la amenaza que podría representar el gobierno comunista de Corea del Norte y su presunto plan nuclear.
Obama advirtió que dejará de premiar al régimen por sus cambios de conducta y que sus provocaciones solo están logrando que aumente su aislamiento internacional.
"Lo que tratamos de hacer desde que asumí el Gobierno es asegurar que los norcoreanos entiendan que el viejo método de la provocación con el que se llama la atención y se insiste en que el mundo pague para que ellos se comporten correctamente, eso se terminó", sentenció el mandatario advirtiendo que "Cuantos más actos provocadores hagan, más aislados estarán; cuanto más fuertes sean las sanciones, más aislados estarán diplomática, política y comercialmente".
El mandatario estadounidense dijo que las provocaciones del país asiático eran una señal de debilidad y destacó que Washington y sus aliados en Asia (Japón y Corea del Sur) abogaban porque Pyongyang "respete las normas internacionales, que no logren nada con eventuales actos de provocación".
Durante la rueda de prensa conjunta, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda, recordó que no es la primera vez que Corea del Norte realiza una prueba nuclear y advirtió sobre la gran posibilidad de que el país asiático intente realizar una nueva prueba nuclear tras del fallido intento de lanzar un misil el pasado 13 de abril.
"La comunidad internacional debe lanzar un llamamiento al unísono para pedir contención", dijo Noda.
Pyongyang, por su parte, asegura que el misil era el vehículo con el que buscaba poner en órbita un satélite en honor del fundador del país, Kim Il Sung.
Obama advirtió que dejará de premiar al régimen por sus cambios de conducta y que sus provocaciones solo están logrando que aumente su aislamiento internacional.
"Lo que tratamos de hacer desde que asumí el Gobierno es asegurar que los norcoreanos entiendan que el viejo método de la provocación con el que se llama la atención y se insiste en que el mundo pague para que ellos se comporten correctamente, eso se terminó", sentenció el mandatario advirtiendo que "Cuantos más actos provocadores hagan, más aislados estarán; cuanto más fuertes sean las sanciones, más aislados estarán diplomática, política y comercialmente".
El mandatario estadounidense dijo que las provocaciones del país asiático eran una señal de debilidad y destacó que Washington y sus aliados en Asia (Japón y Corea del Sur) abogaban porque Pyongyang "respete las normas internacionales, que no logren nada con eventuales actos de provocación".
Durante la rueda de prensa conjunta, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda, recordó que no es la primera vez que Corea del Norte realiza una prueba nuclear y advirtió sobre la gran posibilidad de que el país asiático intente realizar una nueva prueba nuclear tras del fallido intento de lanzar un misil el pasado 13 de abril.
"La comunidad internacional debe lanzar un llamamiento al unísono para pedir contención", dijo Noda.
Pyongyang, por su parte, asegura que el misil era el vehículo con el que buscaba poner en órbita un satélite en honor del fundador del país, Kim Il Sung.