La lucha por financiar Obamacare

Los activistas del Tea Party impulsan la iniciativa de cortar la financiación de Obamacare..

Septiembre traerá al Congreso el debate sobre la financiación de Obamacare y una vez estará sobre la mesa un posible cierre del gobierno.
El próximo mes de septiembre marcará el regreso de los legisladores estadounidenses a Washington, con la fecha del 1º de octubre como fecha límite para alcanzar un acuerdo sobre la financiación del gobierno federal.

Mientras, un grupo de representantes republicanos amenaza con forzar un cierre del gobierno, a menos que el Congreso vote en contra de los fondos para financiar la ley de reforma de la salud pública impulsada por el presidente Barack Obama y conocida como la Ley de Asistencia de Salud Accesible.

Convencidos y cautelosos

Convencidos
y cautelosos


La decisión de cortar los fondos de Obamacare es impulsada por activistas del movimiento ultraconservador Tea Party, dice el analista David Hawkings, de Roll Call, un periódico que cubre las actividades del Congreso.

"Los republicanos conservadores, los republicanos del Tea Party están ansiosos por dar la pelea desde que llegaron all Congreso en 2011" a incluso "todavía hay un número sólido de republicanos en la Cámara que están ansiosos por tener este tipo de confrontación y piensan que van a ganar", dice Hawkings.

Por su parte el estratega republicano Ford O'Connell se encuentra entre los republicanos que advierten a sus correligionarios de no hacerlo.

"Es una estrategia muy, muy arriesgada que podría volverse en contra y terminaría afectando a los republicanos en un momento muy importante, cuando están tratando de cambiar su identidad y cambiar la percepción en el electorado para ganar las elecciones” de medio término en “2014, para poder tomar el control del Congreso", explicó O´Connell.

También los republicanos más veteranos temen que debido a que ya fueron acusados de haber cerrado el gobierno en la década del ’90 durante los enfrentamientos por el presupuesto con el ex presidente Bill Clinton, que volverá a ocurrir en caso de un cierre del gobierno debido a la ley de atención de salud.
El mandatario firmó la Ley de Reforma de Salud Pública en 2010, pero la batalla sobre su aplicación aún sigue. Los grupos a favor y en contra de la ley de Asistencia de Salud contratan espacios de televisión donde presentan anuncios anuncios destinados a ganar el apoyo del público.

No funciona

Algunos republicanos exigen que el Congreso se oponga a financiar la ley de la salud como parte de cualquier acuerdo para renovar la aprobación de los fondos para los gastos del gobierno en octubre, entre ellos el senador de Texas, Ted Cruz.

"No está funcionando”, dijo Cruz en relación a la Ley de Reforma de la Salud Pública. "Está afectando la asistencia sanitaria y ahora es la oportunidad de hacerlo si el pueblo estadounidense se levanta y reclama la responsabilidad de los funcionarios electos".

A los esfuerzos del senador Cruz se suman los del senador de Florida, Marco Rubio, ambos considerados como posibles candidatos presidenciales en 2016.

De acuerdo con Rubio, la ley de Reforma de la salud Pública "va a producir un daño irreparable a la economía y al país". En tal sentido el senador republicano subrayó que "no creo que se puede decir que se está en contra de Obamacare si se vota por un presupuesto que la financia", advirtió.

La Cámara de Representantes controlada por los republicanos ha votado con frecuencia para cortar la financiación a la ley de Reforma de la salud Pública.

Pero este esfuerzo ha sido bloqueado en el Senado controlado por los demócratas y además sería vetado por el presidente.

Los partidarios de la Ley de Reforma de la Salud Pública defienden su implementación.

Mala idea

Al ser consultado respecto a un posible recorte de la financiación, el presidente Obama dijo durante una reciente conferencia de prensa que “la idea de cerrar el gobierno a menos que se evite que 30 millones de personas accedan a la atención de salud es una mala idea", señaló el mandatario.

Los congresistas demócratas también se oponen a la idea de cortar la financiación de la Ley de Asistencia de Salud, incluyendo la líder demócrata de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

"Creo que no tiene sentido", dijo Pelosi. "Creo que es caótico y que están haciendo que las cosas empeoren para el pueblo estadounidense, cuando deberíamos estar resolviendo esto”.

También varios republicanos de alto rango en la Cámara de Representantes y en el Senado también se oponen a los esfuerzos para cortar los fondos y el tema se ha convertido en un punto de división dentro del partido.

En cambio, los líderes republicanos en el Congreso, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, siguen sin comprometerse.

"Estoy seguro de que cuando entramos en el otoño nos daremos cuenta de que puede ser un proceso complicado, pero sospecho que vamos a encontrar una manera de resolverlo", dijo Boehner.