CBO dice que ley de salud dejaría a millones sin seguro

El miércoles, la Oficina de Presupuesto del Congreso, CBO por sus siglas en inglés, estimaba que los perjudicados podrían ascender hasta treinta y dos millones para 2026 si la ley Obamcare es revocada.

AP

La iniciativa de ley de salud rediseñada por los republicanos podría aumentar el número de estadounidenses sin seguro en al menos 22 millones para el 2026, informó el jueves la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso en un reporte que no ayuda a los líderes del partido a persuadir a los senadores a respaldar la ley.

Una proyección anterior de los analistas presupuestarios sobre la primera versión de la ley señalaba el mismo número de personas que perderían seguro de gastos médicos. Esa cantidad ha hecho que algunos senadores republicanos no apoyen la legislación.

Otro golpe para los republicanos fue que el reporte estima que una persona que compre una típica póliza individual enfrentaría un deducible anual, que tendría que pagar con dinero de su bolsillo antes de que los beneficios surtan efecto, de 13.000 dólares para 2026. Eso es mucho más que los 5.000 dólares de deducible que pagaría con la ley actual.

Los 13.000 dólares representan un gran porcentaje de los ingresos de las personas, tanto así que “muchas con bajos ingresos no comprarían ninguna póliza, aunque tengan unas primas muy bajas”, escribió en el informe la oficina.

La iniciativa modificada incrementaría las primas en los próximos dos años, pero las reduciría un 30% en el 2020, estimó el reporte. Sin embargo, los seguros ofrecerían mucho menos cobertura.

Las medidas de los republicanos eliminarían subsidios federales que dejarían a las aseguradoras con pocas pólizas para personas que tengan pocos ingresos, lo que conllevaría que menos personas cuenten con un seguro, dijo el reporte.

El informe fue publicado un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arengó a los senadores republicanos a resucitar su plan para revocar y reemplazar gran parte de la ley promulgada por su antecesor, Barack Obama.

Funcionarios de la Casa Blanca y líderes del Senado han sugerido muchos cambios para ganar apoyo republicano, pero no hay ninguna evidencia hasta ahora de que esos esfuerzos hayan funcionado. El líder del Senado, Mitch McConnell, dijo que quiere que haya una votación la próxima semana.

El miércoles, la Oficina de Presupuesto del Congreso, CBO por sus siglas en inglés, estimó que los perjudicados podrían ascender hasta treinta y dos millones para 2026 si la ley Obamcare es revocada.

Según la oficina independiente que analiza las legislaciones pendientes de aprobación, 17 millones de estadounidenses perderían el seguro médico solo en 2018 si se revoca la Ley de Cuidado Médico Asequible. La CBO estima que las cuotas de planes individuales de seguro subirían un 25 por ciento al año siguiente, llevando el número de no asegurados al doble para 2026.

El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell planea llevar a votación una revocación de ley, sin un reemplazo, la próxima semana.

El presidente Donald Trump convocó este miércoles a los senadores republicanos a la Casa Blanca y les dijo "que no deben salir de la ciudad para su receso de agosto sin enviarle un proyecto de ley de revocación "Obamacare" para firmar.

"Estoy listo para actuar", dijo Trump, responsabilizando a los senadores de su partido por el fracaso en formular un reemplazo para la Ley de Cuidado Asequible. Durante la campaña presidencial del año pasado había declarado repetidamente que sería "fácil" deshacerse de la ley de Obama.

Los comentarios de Trump se produjeron un día después de que el último plan de salud del Partido Republicano se derrumbara en el Senado, lo que llevó a Trump a decir que era el momento de dejar que la ley del presidente Barack Obama fracasara.

El líder de la mayoría, Mitch McConnell, dijo que el Congreso estaba preparado para discutir otros temas, incluyendo la revisión del código tributario.

En una sorpresiva serie de sucesos, algunos senadores republicanos le dieron la espalda a McConnell y a Trump por tercera ocasión consecutiva, negándoles sus votos para que prosiguieran con su plan de solo revocar por completo el Obamacare. Esta vez, fueron tres republicanas las que asestaron el golpe mortal: Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska y Shelley Moore Capito de Virginia Occidental, quienes habían sido excluidas del grupo inicial de McConnell para trabajar en la ley de salud, compuesto sólo por varones.

“Yo no vine a Washington para hacerle daño a la gente”, tuiteó Capito al justificar su oposición a solo repeler la ley existente.

Las derrotas sucesivas dejan en claro que, a pesar de siete años de promesas para derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible del expresidente Barack Obama, aparentemente los republicanos no pueden cumplirlas.

McConnell insistió que proseguirá con una votación sobre su medida para revocar la ley, un plan que entraría en vigor en dos años, con la promesa de trabajar — junto con los demócratas — por reemplazarla mientras tanto.

La votación parece destinada a fracasar, pero los líderes republicanos quieren que los legisladores den su opinión públicamente sobre el asunto y sigan adelante con otras cosas en su agenda.

“Esto ha sido una experiencia muy, muy difícil para todos nosotros”, dijo McConnell a los reporteros. “Y es muy obvio que no tenemos los 50 votos para acordar un reemplazo”

En la Casa Blanca, Trump también pareció reconocer la derrota, al menos por el momento, al tiempo que insistió en que él no es el culpable.

“Creo que probablemente estamos en la posición en la que simplemente dejaremos que el Obamacare fracase”, señaló el presidente. “No nos responsabilizaremos de él. No me voy a responsabilizar de él. Les aseguro que los republicanos no se van a responsabilizar de él. Dejaremos que el Obamacare fracase y entonces los demócratas se nos acercarán y nos preguntarán ‘¿Cómo lo arreglamos?’”

A pesar de los problemas de la ley actual, la mayoría de los expertos de salud no creen que corra un riesgo inminente de fracaso absoluto, y está lejos de garantizarse la cooperación de los demócratas para hacerle modificaciones a esa ley.

Tampoco parece factible que los republicanos puedan eludir la responsabilidad de los problemas con la ley y el sistema de atención de salud en general, ahora que cuentan con el control de la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca, en parte por la fuerte campaña que montaron en contra de la ley actual.

“Parecen tener esta idea de que pueden ser el partido de mayoría, y contar con el control de la Casa Blanca, y no ser responsables de derribar el sistema de salud”, dijo el senador demócrata Dick Durbin. “No es así como funciona”.

El fracaso de la reforma deja a millones de consumidores en una especie de limbo administrativo y con la preocupación de lo que pueda pasar a sus coberturas médicas ahora que el programa queda en manos de funcionarios que han luchado por su desaparición.