La Declaración de Antigua Guatemala no establece ningún cambio inmediato en la lucha contra las drogas pero sienta las bases para una discusión más profunda sobre la despenalización del consumo.
La OEA cerró su 43 Asamblea General aprobando la Declaración de Antigua, que no establece ningún cambio inmediato en la lucha antidrogas en el hemisferio, pero establece las bases para una discusión más profunda de la despenalización de su consumo.
"Hemos alcanzado muy buenos acuerdos", dijo José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, en una rueda prensa en la que también participó el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina.
Pérez Molina fue uno de los primeros mandatarios en plantear la despenalización del consumo y dijo estar complacido porque se haya discutido la propuesta y que los países miembros de la OEA hayan mostrado su compromiso para enfrentar el problema.
De todas maneras, Insulza puso el entusiasmo por la aprobación de la declaración en perspectiva.
“Yo, a la luz del informe y toda la gente que consultamos, no veo mucho ánimo para la legalización –dijo el Secretario General de la organización. “No hay que confundir nunca despenalización con legalización, eso es un error, la despenalización supone que la droga sigue estando prohibida, sigue siendo ilegal su venta, su tráfico, su comercialización, su cultivo, etcétera".
Con la firma del documento, los países se comprometen a un abordaje del problema de las drogas “bajo un enfoque integral” que incluya la salud, la educción y la inclusión social, pero también mayores esfuerzos para reducir la demanda y oferta de las drogas.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo que el hecho de que el secretario de Estado norteamericano John Kerry acudiera a esta Asamblea es significativo. "La intervención de John Kerry al admitir, no solo la necesidad de debatir, sino abrir unos caminos o unas políticas distintas... fue muy constructiva", dijo.
La Asamblea designó a Paraguay como sede de la 44ta Asamblea, a realizarse 3, 4 y 5 de junio de 2014.
"Hemos alcanzado muy buenos acuerdos", dijo José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, en una rueda prensa en la que también participó el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina.
Pérez Molina fue uno de los primeros mandatarios en plantear la despenalización del consumo y dijo estar complacido porque se haya discutido la propuesta y que los países miembros de la OEA hayan mostrado su compromiso para enfrentar el problema.
De todas maneras, Insulza puso el entusiasmo por la aprobación de la declaración en perspectiva.
“Yo, a la luz del informe y toda la gente que consultamos, no veo mucho ánimo para la legalización –dijo el Secretario General de la organización. “No hay que confundir nunca despenalización con legalización, eso es un error, la despenalización supone que la droga sigue estando prohibida, sigue siendo ilegal su venta, su tráfico, su comercialización, su cultivo, etcétera".
Con la firma del documento, los países se comprometen a un abordaje del problema de las drogas “bajo un enfoque integral” que incluya la salud, la educción y la inclusión social, pero también mayores esfuerzos para reducir la demanda y oferta de las drogas.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo que el hecho de que el secretario de Estado norteamericano John Kerry acudiera a esta Asamblea es significativo. "La intervención de John Kerry al admitir, no solo la necesidad de debatir, sino abrir unos caminos o unas políticas distintas... fue muy constructiva", dijo.
La Asamblea designó a Paraguay como sede de la 44ta Asamblea, a realizarse 3, 4 y 5 de junio de 2014.