La Organización Mundial de Comercio (OMC) pronostica que el volumen del comercio mundial crecerá en un escaso 1 % el año próximo, con mercados lastrados por crisis y retos, entre ellos los altos precios de combustibles, el alza de las tasas de interés, la incertidumbre acerca de la producción china y la persistencia de la pandemia de COVID-19.
La organización, con sede en Ginebra, dijo este miércoles que la cantidad de bienes transportados entre países aumentará previsiblemente un 3,5 % este año, comparado con el 3 % que anticipó en su primer pronóstico del año en abril.
En 2023 se pronostica un crecimiento del 1 %, comparado con el pronóstico anterior de 3,4 %. “Sin duda, los riesgos apuntan a la caída” el año próximo, dijo la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en conferencia de prensa en la sede de la organización.
Este año, el alza superior a la prevista de los volúmenes de comercio se deben a datos de mediados de año, lo que permitió un pronóstico más claro y un fuerte aumento de los volúmenes de los países productores de gas y petróleo del Oriente Medio a medida que los países consumidores volvían la espalda a Rusia y buscaban fuentes alternativas, según los economistas de la OMC.
La OMC incluyó entre los factores que lastran el comercio el aumento de los precios de la energía provocados por la guerra rusa en Ucrania, que llevó a varios países, entre ellos los miembros de la Unión Europea que son grandes consumidores de petróleo y gas natural ruso, a aplicar sanciones económicas a Moscú.
También lea La inflación alcanza el 10% en la zona euro“Hoy, la economía global enfrenta una crisis de varias puntas”, dijo Okonjo-Iweala. “El ajuste monetario pesa sobre el crecimiento en muchas partes del mundo, incluido Estados Unidos. En Europa, los altos precios de la energía aprietan a hogares y negocios. Adicionalmente, en China, los brotes de COVID-19 siguen trastornando la producción y la vida económica cotidiana”.
“Los países en desarrollo de bajos ingresos enfrentan riesgos graves de seguridad alimentaria y las penurias del endeudamiento”, añadió.
Si bien el comercio global ha rebotado de una profunda caída en los primeros tiempos de la pandemia, las medidas de la Reserva Federal estadounidense y otros bancos centrales para enfrentar la inflación por medio de las altas tasas de interés probablemente afectarán el gasto en rubros cruciales como la vivienda, las ventas de vehículos y los precios de los bonos, según la OMC.
La OMC, una de varias organizaciones multilaterales que pronostican as fluctuaciones de la producción económica, dice que prevé un aumento del producto interno bruto global de un 2,8 % este año y un 2,3 % el próximo. En abril había pronosticado un crecimiento del 3,2 %.
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