Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud que regresó recientemente de la Franja de Gaza dijo que el sistema de atención médica se está deteriorando rápidamente y que se necesita con urgencia más personal, suministros y acceso.
"He visto el sistema de atención de salud colapsar ante mis ojos", dijo Sean Casey, Oficial de Emergencias Sanitarias de la OMS, a periodistas en Naciones Unidas.
Casey pasó cinco semanas en Gaza, a partir de principios de diciembre, y se reunió con profesionales médicos y pacientes de todo el territorio.
“Todos los días veía en los hospitales a pacientes con quemaduras graves, con fracturas abiertas, esperando horas o días para recibir atención, y muchas veces me pedían comida y agua”, dijo.
Casey señaló que un alto el fuego es la necesidad más crítica, pero que el acceso y la capacidad de trasladar personas y suministros de socorro de manera segura y rápida dentro de Gaza también ayudarían a aliviar el sufrimiento.
Antes del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre a Israel que desencadenó la guerra, Gaza tenía un sólido sistema de atención médica con 36 hospitales y unos 25.000 médicos, enfermeras y especialistas. Ahora, dice la OMS, sólo unos 15 hospitales funcionan parcialmente, algunos apenas, lo que dificulta ayudar a más de 50.000 personas heridas.
Casey dijo que hay escasez de suministros, pero también de personal, muchos de los cuales están desplazados y luchan por sobrevivir y cuidar de sus propias familias.
"Hay trabajadores sanitarios increíblemente valientes en toda Gaza que se quedan y cuidan a la gente porque no hay nadie más que pueda hacerlo", afirmó. “Muchos más volverían a trabajar si tuvieran una manera segura de hacerlo y si tuvieran un lugar donde vivir y cuidar a sus familias”.
Casey estuvo en Gaza para ver cómo traer más equipos médicos internacionales y ayudar a hacer frente a las necesidades del sistema sanitario.
Dijo que llevar suministros al norte de Gaza es especialmente difícil. Durante las cinco semanas que estuvo allí, su equipo no pudo entregar medicamentos al hospital más grande del norte, al-Shifa, durante 12 días consecutivos.
En el hospital Al-Ahli, también en el norte, Casey dijo que la situación era desalentadora.
“Vi pacientes que yacían en bancas, básicamente esperando morir en un hospital que no tenía combustible, ni electricidad, ni agua, muy pocos suministros médicos y solo quedaba un puñado de personal para cuidarlos", dijo.
Israel ha acusado a Hamás de robar suministros de ayuda, pero Casey dijo que no había visto pruebas de ello durante sus visitas a los hospitales.
"No tengo evidencia de que los suministros que se hayan entregado a los hospitales vayan a ninguna parte excepto a esos hospitales", dijo. “Los he visto usados inmediatamente, he visto las cajas abiertas para poder acceder a medicamentos específicos”.
Seema Jilani, asesora técnica principal para emergencias sanitarias del Comité Internacional de Rescate, regresó recientemente de una misión de dos semanas a Gaza con cinco médicos británicos.
Jilani, pediatra que ha trabajado en varios países en conflicto y posconflicto, dijo que lo que vio en Gaza fue la situación más extrema que haya experimentado en su carrera.
En una sesión informativa con periodistas, dijo que trató a decenas de niños en el Hospital Al-Aqsa en el centro de Gaza. Carecía de suministros pediátricos, incluidos morfina y tubos torácicos.
Durante sus primeras horas en el hospital, trató a un niño de 1 año al que le volaron el brazo y la pierna derechos.
"Lo traté mientras yacía en el suelo porque no había camillas disponibles, porque el hospital se había convertido de facto en un refugio al que cientos, si no miles, de personas acudían en masa en busca de un refugio y un espacio seguro", dijo Jilani.
Dijo que los médicos y enfermeras palestinos trabajaban en turnos en el hospital durante el día y luego buscaban comida y refugio para sus familias por la noche.
El secretario general de la ONU nombró recientemente a un coordinador especial humanitario y de reconstrucción para Gaza. Sigrid Kaag visitó brevemente Gaza el miércoles, donde un portavoz de la ONU dijo que observó las operaciones logísticas. También se encontraba en el lado egipcio de la frontera, en la zona de parada humanitaria en Al Arish, no lejos del cruce fronterizo de Rafah.
En Davos, el Secretario General Antonio Guterres dijo a los líderes empresariales que se necesita un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, seguido de un proceso que conduzca a una paz sostenida para israelíes y palestinos, basada en una solución de dos Estados.
"Ésta es la única manera de frenar el sufrimiento y evitar un contagio que podría incendiar toda la región", afirmó.
Israel puso a Gaza controlada por Hamás bajo un bloqueo total luego del ataque que realizó el grupo militante en el sur de Israel el 7 de octubre, que mató a unas 1.200 personas. El grupo terrorista designado por Estados Unidos y la Unión Europea también secuestró a unos 240 rehenes israelíes y extranjeros en Gaza. Poco más de cien fueron liberados durante una tregua de una semana a finales de noviembre.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó que más de 24.000 palestinos han sido asesinados desde el 7 de octubre, la mayoría de ellos mujeres y niños.
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