El enfoque extremo de China para contener el coronavirus es insostenible debido la naturaleza altamente infecciosa de la variante ómicron, señaló el martes el director general de la Organización Mundial de la Salud, quien apuntó que depende de cada país elegir qué política sigue.
En una conferencia de prensa, Tedros Adhanom Ghebreyesus, describió la estrategia “cero COVID” de China como “insostenible” luego de que declaraciones similares la semana pasada suscitaron duras críticas por parte de Beijing.
“Conocemos mejor el virus y tenemos mejores herramientas, incluyendo las vacunas, por lo que la gestión del virus debería ser distinta ahora a lo que solíamos hacer al inicio de la pandemia”, afirmó Tedros. El funcionario agregó que el virus ha cambiado significativamente desde que se detectó por primera vez en Wuhan a finales de 2019, cuando China frenó en gran medida su propagación por medio de confinamientos.
Tedros dijo que la OMS ha aconsejado repetidamente a los funcionarios chinos sobre las estrategias que recomienda para la contención del COVID-19, pero “con respecto a la elección de políticas, depende de cada país”.
La implacable y a menudo caótica aplicación de la estrategia de “cero COVID” en China ha causado un resentimiento considerable y escasez de alimentos en Shanghái, donde algunos residentes llevan seis semanas aislados.
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El jefe de emergencias de la OMS, el doctor Michael Ryan, apuntó que la agencia de salud de Naciones Unidas reconoció que China ha enfrentado una situación complicada a causa del coronavirus recientemente y elogió a las autoridades por mantener el número de decesos en un nivel muy bajo.
“Entendemos por qué la respuesta inicial de China fue tratar de contener las infecciones al máximo nivel (pero) esa estrategia no es sostenible y es necesario ampliar otros elementos de la respuesta estratégica”, manifestó, agregando que la campaña de vacunación debe continuar y que “una estrategia que solo implique supresión no es una forma sostenible de salir de la pandemia para ningún país”.
Por otra parte, Tedros señaló que la agencia trata de convencer a Corea del Norte y Eritrea para que inicien la vacunación contra el COVID-19.
“La OMS está profundamente preocupada por el riesgo de una mayor propagación (en Corea del Norte)”, dijo al tiempo que señaló que la población no está vacunada y hay un número preocupante de personas con enfermedades previas en peligro de padecer un cuadro grave de la enfermedad.
La OMS ha pedido a Pyongyang que comparta más datos sobre el brote pero por el momento no ha obtenido respuesta, afirmó Tedros. La hermética nación reconoció su primer brote apenas la semana pasada y dice que más de 1,7 millones de personas han enfermado con fiebre. No tiene pruebas suficientes para confirmar un gran número de positivos al COVID-19, pero expertos externos creen que la mayoría de los casos de fiebre están causados por el coronavirus.
Ryan apuntó que cualquier propagación no controlada en países como Corea del Norte y Eritrea podrían causar la aparición de nuevas variantes, pero reconoció que la OMS no tiene poder para actuar a menos que esas naciones acepten su ayuda.
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