El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa dijo el jueves que el continente es ahora el epicentro de la pandemia de COVID-19, que representa el 59% de todos los casos a nivel mundial.
En una conferencia de prensa virtual desde Copenhague, Dinamarca, Hans Kluge dijo que el ritmo actual de transmisión en los 53 países de la región es motivo de gran preocupación y que los nuevos casos se están acercando a niveles récord, con la variante delta del coronavirus impulsando el aumento.
Kluge dijo que los últimos datos de su agencia muestran que las hospitalizaciones en Europa aumentaron a más del doble en una semana.
Además señaló que los funcionarios están observando tendencias crecientes en todos los grupos de edad, pero que el rápido aumento de la población de la tercera edad es lo que más preocupa.
La situación, expresó, se está traduciendo en más personas que tienen casos graves y mueren, con el 75% de las muertes entre personas de 65 años o más.
También lea Repunta la pandemia en Rusia, la población duda de las vacunasKluge dijo que una proyección confiable indica que al ritmo actual, Europa podría ver otro medio millón de muertes por COVID-19 para el primero de febrero. COVID-19 es causado por el coronavirus.
También citó las tasas desiguales de vacunación y la relajación de las medidas sociales y de salud pública en toda la región como la causa del aumento.
Si bien se han distribuido mil millones de dosis de la vacuna, en Europa solo el 47% de la población total está completamente vacunada. En ocho naciones, al menos el 70% de la gente ha sido vacunada completamente. Kluge señala que la tasa se mantiene por debajo del 10% en otros dos países.
El directivo alentó a las naciones con bajas tasas de vacunación a aumentar la cobertura, particularmente entre los grupos prioritarios como los ancianos e instó a las naciones con altas tasas de vacunación y amplio suministro a compartir con las naciones menos afortunadas.
Otro detalle de su intervención es que las vacunas son más efectivas cuando se usan con otras medidas preventivas, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Kluge dijo que si la región lograra el uso universal de máscaras, 188.000 vidas podrían salvarse entre ahora y febrero.
"Debemos cambiar nuestras tácticas, de reaccionar a las oleadas de COVID-19 a evitar que sucedan primeramente", concluyó.
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