Alarma atmosférica

La noticia es un jarro de agua fría en vísperas de la Conferencia Mundial de la ONU sobre el Cambio Climático.

La Organización Meteorológica Mundial advierte de niveles sumamente altos de gases asociados al efecto invernadero.

La concentración en la atmósfera de gases causantes del llamado efecto invernadero alcanzó niveles récord en 2009, según advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

De acuerdo con la agencia climática de Naciones Unidas, la emisión de estos gases llegaron a niveles jamás observados desde la época preindustrial, pese a la desaceleración económica por la que atraviesa el mundo.

En su último boletín, la OMM destaca que el aumento en las cantidades de tales gases elevan la radiación en la atmósfera, lo que calienta la superficie terrestre y origina un cambio climático.

La información es dada a conocer a sólo días de que ministros del medioambiente se reúnan en el balneario mexicano de Cancún para la Conferencia Mundial de la ONU sobre el Cambio Climático.

La mayoría de los países que asistirán a la cita tienen pocas esperanzas cifradas en la reunión, después del fracaso de la conferencia de Copenhague el año pasado, cuando no se pudo lograr un compromiso global para hacer frente al cambio climático.

En Cancún, representantes de 194 países intentarán por segunda vez entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre llegar a un acuerdo para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero que reemplace al Protocolo de Kioto, que concluye en 2012.

Según la OMM, las concentraciones actuales de gas carbónico en la atmósfera son preocupantes, y su progresión se debe primordialmente a emisiones provocadas por el empleo “de combustibles fósiles, la deforestación y cambios en la utilización de las tierras”.

La organización dice estar también alarmada por el aumento del metano, cuya concentración había permanecido estable entre 1999 y 2006 antes de ranudarse entre 2007 y 2008.

De acuerdo con la OMM, en 2007 hubo temperaturas calientes en el Artico que ocasionaron numerosas emisiones adicionales (de metano), en tanto que en 2007 y 2008 se produjo un aumento de las precipitaciones en los trópicos.

En esencia, el calentamiento de Artico provoca que se derrita la capa de hielo permanente de su superficie, lo que en adición deja escapar grandes cantidades de gas metano.