Más de un millón de personas necesitan asistencia humanitaria de carácter urgente en Gaza y la ONU está imposibilitada para distribuir suministros al norte, por lo que el Secretario General, a nombre de la humanidad, pidió un cese al fuego inmediato y otras de sus agencias secundaron este ruego.
“Tenemos tanto daño infraestructural, nos falta agua potable, tenemos personas muy hacinadas, con nueve veces más personas de las que fueron diseñadas para albergar. Por eso rogamos que se produzca un alto el fuego inmediato”, pidió Margaret Harris, Vocera de la Organización Mundial de la Salud.
Un total 1.096 camiones han podido entrar a Gaza desde el pasado 21 de octubre pero, sin combustible, los 15 más recientes no pueden avanzar ni descargar los suministros. Las lluvias intensas se suman a la calamidad y los refugios del sur se comienzan a inundar bajo el temor de que se propaguen más enfermedades.
"Cuando iba a Gaza y caían sólo unas pocas gotas de lluvia, las calles simplemente se inundaban porque los sistemas no son lo suficientemente buenos para absorber, contener el agua y manejar las aguas residuales, por lo que las calles se inundaban. Eso era en un día normal", comentó Juliette Touma, Directora de comunicaciones de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Entre tanto, la fuerza provisional de la ONU en el Líbano se reunió con el presidente y primer ministro interino libanés ante las consultas del Consejo de Seguridad sobre la resolución 1701, que entre otras establece una zona desmilitarizada en la zona azul, esto con el ánimo de fortalecer canales diplomáticos para evitar una mayor escalada de hostilidades.
En conferencia de prensa, el vocero del Secretario General dijo que continúa sus esfuerzos humanitarios en Gaza bajo el mandato de la organización pese a las críticas del gobierno Israelí. Ángela González, Voz de América, Naciones Unidas, Nueva York.