El presidente colombiano agradece a la comunidad internacional su apoyo a las negociaciones de paz con las FARC, y el mexicano pide a la ONU buscar alternativas para luchar contra el narcotráfico.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, intervino este miércoles ante la 67 Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, con un discurso en el que agradeció a la comunidad internacional su apoyo a las previstas negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC.
Refiriéndose al diálogo gobierno-guerrilla, que dará inicio en los próximos días en Oslo, Noruega, y proseguiría en La Habana, Cuba, Santos dijo que su gobierno “ha tomado la determinación de avanzar con prudencia...y sin repetir los errores del pasado para explorar el fin de conflicto".
Tras calificar de “anacrónico e inexplicable” el conflicto armado que desangra a Colombia desde hace más de 40 años, Santos reiteró que su gobierno lo que busca es "construir las condiciones para la paz".
El mandatario también destacó que con el “acompañamiento” que harán a las negociaciones los gobiernos de Venezuela y Chile, su país presenta al mundo “con gran esperanza, este nuevo y especial momento de Colombia”.
Santos se refirió además a la necesidad de fortalecer a nivel global la lucha contra el narcotráfico y recordó que es un trabajo que exige la participación de todas las naciones, un tema que fue abordado con mayor amplitud ante la Asamblea por el presidente de México, Felipe Calderón.
El mandatario mexicano, que entregará el poder el próximo 1ro. de diciembre al presidente electo, Enrique Peña Nieto, instó este miércoles a la ONU a que lleve a cabo una revisión de los actuales límites de la guerra contra el narcotráfico y que busque nuevas alternativas para enfrentar un flagelo que ha causado decenas de miles de muertos en su país.
“Exijo a las Naciones Unidas que no sólo participe, sino que encabece una discusión a la altura del siglo XXI, sin falsos prejuicios, y nos lleve a todos a encontrar soluciones con enfoques nuevos y eficaces”, dijo el presidente, quien lamentó que no todos los países hayan asumido su responsabilidad ante el crimen organizado.
Calderón urgió a la ONU a abrir el debate sobre el enfoque “prohibicionista” del consumo de drogas. “Eso no implica que se deba bajar la guardia. Nosotros no lo haremos”, precisó, pero es el “momento de explorar otras alternativas diferentes al propósito no logrado de reducir el consumo”, dijo.
La ONU “debe examinar con honestidad, con rigor académico y responsabilidad global—señaló-- cuáles pueden ser esas alternativas, específicamente alternativas regulatorias y de mercado, que nos permitan saber si son realmente o no alternativas”, indicó.
Refiriéndose al diálogo gobierno-guerrilla, que dará inicio en los próximos días en Oslo, Noruega, y proseguiría en La Habana, Cuba, Santos dijo que su gobierno “ha tomado la determinación de avanzar con prudencia...y sin repetir los errores del pasado para explorar el fin de conflicto".
Tras calificar de “anacrónico e inexplicable” el conflicto armado que desangra a Colombia desde hace más de 40 años, Santos reiteró que su gobierno lo que busca es "construir las condiciones para la paz".
El mandatario también destacó que con el “acompañamiento” que harán a las negociaciones los gobiernos de Venezuela y Chile, su país presenta al mundo “con gran esperanza, este nuevo y especial momento de Colombia”.
Santos se refirió además a la necesidad de fortalecer a nivel global la lucha contra el narcotráfico y recordó que es un trabajo que exige la participación de todas las naciones, un tema que fue abordado con mayor amplitud ante la Asamblea por el presidente de México, Felipe Calderón.
El mandatario mexicano, que entregará el poder el próximo 1ro. de diciembre al presidente electo, Enrique Peña Nieto, instó este miércoles a la ONU a que lleve a cabo una revisión de los actuales límites de la guerra contra el narcotráfico y que busque nuevas alternativas para enfrentar un flagelo que ha causado decenas de miles de muertos en su país.
“Exijo a las Naciones Unidas que no sólo participe, sino que encabece una discusión a la altura del siglo XXI, sin falsos prejuicios, y nos lleve a todos a encontrar soluciones con enfoques nuevos y eficaces”, dijo el presidente, quien lamentó que no todos los países hayan asumido su responsabilidad ante el crimen organizado.
Calderón urgió a la ONU a abrir el debate sobre el enfoque “prohibicionista” del consumo de drogas. “Eso no implica que se deba bajar la guardia. Nosotros no lo haremos”, precisó, pero es el “momento de explorar otras alternativas diferentes al propósito no logrado de reducir el consumo”, dijo.
La ONU “debe examinar con honestidad, con rigor académico y responsabilidad global—señaló-- cuáles pueden ser esas alternativas, específicamente alternativas regulatorias y de mercado, que nos permitan saber si son realmente o no alternativas”, indicó.