A pesar de la buena acogida que ha tenido el tratado en el hemisferio cinco países latinoamericanos se abstuvieron: Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador.
El gobierno de EE.UU. dio este martes su beneplácito al tratado sobre armas aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas porque “puede fortalecer la seguridad global a la par que protege los derechos soberanos de los estados a comerciar armamentos de manera legítima”.
Un comunicado de prensa difundido por el secretario de Estado, John Kerry, precisa que el tratado establecerá un “estándar internacional” para la regulación por las naciones del comercio de armas y les exigirá implementar “el tipo de sistema que ya está en vigor en EE.UU”.
También ayudará a reducir, agrega el riesgo de que las transferencias internacionales de armas convencionales sean usadas para llevar a cabo “los peores delitos del mundo, incluidos el terrorismo, genocidio, y crímenes contra la humanidad y de guerra”.
A pesar de la buena acogida internacional que de inmediato ha tenido la aprobación del tratado, varios países integrantes de la llamada Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador se abstuvieron en la votación en la ONU.
Sin embargo, en otro país latinoamericano, Costa Rica, el tratado fue celebrado como un gran triunfo diplomático universal, especialmente por la presidenta, Laura Chinchilla, y por el expresidente Oscar Arias, premio Nobel de la Paz.
“Me llegó al corazón—dijo Arias a la Voz de América— Esta es una idea por la cual he luchado muchos años de mi vida. Disminuir un poco, si somos más cuidadosos en ver a quien le vendemos las armas convencionales que hoy ponemos en manos de regímenes autoritarios que utilizan esas armas para reprimir a sus pueblos, para hacer guerras, para genocidios étnicos”.
Un comunicado de prensa difundido por el secretario de Estado, John Kerry, precisa que el tratado establecerá un “estándar internacional” para la regulación por las naciones del comercio de armas y les exigirá implementar “el tipo de sistema que ya está en vigor en EE.UU”.
También ayudará a reducir, agrega el riesgo de que las transferencias internacionales de armas convencionales sean usadas para llevar a cabo “los peores delitos del mundo, incluidos el terrorismo, genocidio, y crímenes contra la humanidad y de guerra”.
A pesar de la buena acogida internacional que de inmediato ha tenido la aprobación del tratado, varios países integrantes de la llamada Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador se abstuvieron en la votación en la ONU.
Sin embargo, en otro país latinoamericano, Costa Rica, el tratado fue celebrado como un gran triunfo diplomático universal, especialmente por la presidenta, Laura Chinchilla, y por el expresidente Oscar Arias, premio Nobel de la Paz.
“Me llegó al corazón—dijo Arias a la Voz de América— Esta es una idea por la cual he luchado muchos años de mi vida. Disminuir un poco, si somos más cuidadosos en ver a quien le vendemos las armas convencionales que hoy ponemos en manos de regímenes autoritarios que utilizan esas armas para reprimir a sus pueblos, para hacer guerras, para genocidios étnicos”.