Los nicaragüenses en Costa Rica también están sintiendo las consecuencias económicas de la COVID-19, muchos de ellos han perdido sus trabajos desde que se reportó el primer contagiado con el virus en este país centroamericano, el pasado de 6 de marzo.
La Voz de América conversó con migrantes nicaragüenses, algunos de ellos exiliados o perseguidos políticos, quienes confesaron que lo están pasando mal en Costa Rica.
"Los exiliados no tenemos oportunidades de trabajo, con esta pandemia es peor la necesidad. Se está pasando una crisis demasiado grande en lo que es la alimentación, pagos de alquileres, pero gracias a Dios que hay corazones nobles que se acuerdan de los que estamos en grandes necesidades", confesó Yadira Córdoba, una madre que perdió a su hijo en las protestas del 2018 y tras el acoso que vivía en Nicaragua migró a Costa Rica.
A pesar del difícil panorama, Córdoba está agradecida, ya que no se siente sola, pues cuenta con el apoyo de la Coalición de Nicaragüenses en el Exilio, Costa Rica y Tranqueros por Siempre, organizaciones que repartirán 300 paquetes de alimentos.
"La situación es alarmante, alarmante, alarmante, acá nos vienen diario más de 50 de personas que no han consumido alimento en todo el día… Este es un S.O.S. que estamos lanzando al mundo, hay hambre en el exilio, hay necesidad en el exilio, muchos van a caer a la calle porqué no hay trabajo en Costa Rica, si no hay para los propios costarricenses, menos que haya para el pueblo de Nicaragua en el exilio. Agradecemos a esta nación por abrirnos las puertas y eso, por eso que creemos que somos los nicaragüenses los que tenemos que dar la cara para apoyar a nuestro pueblo que está sufriendo necesidad y hambre en estos momentos", explicó Noemí Pavón, representante de la Coalición de Nicaragüenses en el Exilio.
En una línea similar también se manifestó la estadounidense, Tania Amador, quien creó la organización Corner of Love, que velaba por el bienestar de los nicaragüenses en su territorio desde 1992, pero que desde hace más de un año mudó sus operaciones a Costa Rica para ayudar a los refugiados.
“En vista que tenemos este fuerte problema de COVID-19 hemos cambiado nuestras operaciones a proveer más alimentos porqué es lo que más necesitan las personas en este momento”, relató Amador a la VOA el pasado 28 de abril, mientras atendía la entrega de unos 500 paquetes de comida en el arqueo de la Fundación Arias para la Paz en San José, la capital costarricense.
De hecho, muchos nicaragüenses hicieron fila guardando una distancia de dos metros para poder recibir la bolsa de comida que les dio la organización, entre ellos Julio César Murillo, un adulto mayor de 60 años y ex oficial de ejército nicaragüense.
"Está muy crítico, está muy feo papá. Nosotros no tenemos trabajo, no tenemos apoyo solo de organizaciones como esta. Allí vamos saliendo adelante, con la ayuda de Dios vamos a vencer y así como lo hará Nicaragua”, respondió Murillo al ser consultado sobre como percibía la situación para los nicaragüenses en Costa Rica en medio de la pandemia por el COVID-19
Para la fundadora de Corner of Love es importante que se reconozca, en Costa Rica y a nivel internacional, que la comunidad nicaragüense es muy vulnerable, ya que se está entrando a una etapa de esta crisis aún más aguda, pues hay personas que tienen más de 30 días de no trabajar y sin ningún ingreso.
En esta línea, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Costa Rica afirmó que están pendiente de la situación de los nicaragüenses en medio de esta pandemia por COVID-19.
"El programa de asistencia humanitaria de ACNUR se ha adaptado para continuar funcionando y apoyar a las personas solicitantes de refugio y refugiadas con casos de extrema vulnerabilidad económica y factores de riesgo asociados al coronavirus", explicó a la VOA, el vocero de esta organización, Jean Piere Mora.
Esa agencia de Naciones Unidas ajustó su programa de ayuda humanitaria en efectivo para alcanzar familias con factores de riesgo asociados al COVID-19, pero usando tarjetas de débito y planea otra entrega de asistencia priorizando a familias con adultos mayores.
Las personas atendidas recibieron un kit de higiene, de los cuales ya se han entregado un total de 650 y se espera poder donar otros 850 más.
Al tiempo que el vocero de ACNUR hizo un llamado a la comunidad internacional para incrementar su apoyo a países de acogida como Costa Rica para ayudar a las personas que más lo necesitan.