¿Quiénes acompañarán a Ortega y Murillo en la juramentación del 10 de enero?

Un rótulo de la pareja gobernante en Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, en una pared de Managua. Foto VOA.

Cuando se aproxima la quinta investidura presidencial de Daniel Ortega en Nicaragua, analistas y activistas opinan sobre quiénes asistirán a su juramentación y cuál será el futuro del país.

La pareja presidencial de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, asumirá el 10 de enero un nuevo mandato de cinco años, tras erigirse como ganadores de unos comicios el 7 de noviembre pasado que han sido señalados como una “farsa” por la comunidad internacional.

Murillo, vicepresidenta y portavoz, anunció que esperan unas 300 personas en la juramentación, pero no reveló qué líderes de países de la región estarán presentes en el evento.

Según informó la agencia Europa Press, citando a fuentes diplomáticas, el Gobierno de España no enviará a ningún representante a la investidura.

Quienes sí están confirmados por el Gobierno de Ortega son los más de 200 “acompañantes electorales” de 27 países que estuvieron presentes en las elecciones y tienen afinidad ideológica con el gobernante Frente Sandinista.

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De igual forma Rosario Murillo ha confirmado delegaciones oficiales de países como Cuba, Belice, Honduras, Bolivia, Argentina, México, China, Irán, Corea del Norte, Siria, Palestina, República Árabe Saharaui, Rusia, India, Turquía, Bielorrusia, Vietnam, Laos, Camboya, Angola, Egipto, Malasia y Yemen.

Por parte de China, Murillo señaló que arribará al país Cao Jianming, enviado especial del presidente Xi Jinping y vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular. Por Irán, la delegación estará encabezada por el vicepresidente de Asuntos Económicos, Mohsen Rezai.

La oposición prevé manifestaciones contra Ortega y Murillo en Costa Rica, España y Estados Unidos, que es donde se encuentran dispersos los más de 100.000 nicaragüenses exiliados tras la crisis iniciada en el país hace cuatro años.

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Algunos activistas ven la toma de posesión como “ilegítima” y se basan en datos de organismos independientes que calculan que hubo una abstención por encima del 60% en las elecciones por la falta de candidatos de oposición creíbles.

“El dictador se va a imponer, a autoimponer, la banda presidencial, usurpando el poder político de Nicaragua”, dijo a la Voz de América la activista de derechos humanos Haydée Castillo, que considera que el mandatario “se ha autoproclamado sin ninguna competencia como el presidente electo”.

“¿Qué podemos esperar los nicaragüenses? Nada más que una agudización de la crisis política y de derechos humanos”, lamentó.

Por su parte, Héctor Mairena, vocero del movimiento izquierdista Unamos, fundado por disidentes del Frente Sandinista menciona que en esta nueva toma de posesión de Ortega se evidencia la ambición de poder que tiene y la “carencia de principios y escrúpulos”, pues mientras se impondrá la banda presidencial, siguen en prisión sus compañeros de lucha”, como la exguerrillera Dora María Téllez, Víctor Hugo Tinoco y Hugo Torres.

Los familiares de estas figuras han denunciado que se encuentran en condiciones de aislamientos y constantes interrogatorios en las celdas de máxima seguridad en Managua.

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“Para alguien que tuviera un poquito de sensibilidad humana, escrúpulos, quizás le molestaría tener presos a sus compañeros, pero él no creo que sienta ningún escrúpulo. Hasta el propio hermano, Humberto Ortega, ha dicho que a esos que tiene presos por terroristas no son terroristas”, dijo Mairena.

“Si la voz de su hermano no le importa, ¿qué le importa que la gente esté contra él? No le importa. Lo único que le interesa, su obsesión, es mantener el poder y va a intentar hacerlo por todos los medios que pueda, encarcelando y haciendo todos los atropellos que sienta que tiene que hacer”, añadió.

Después de que Ortega asuma un nuevo mandato este 10 de enero ya habrá sumado más de 30 años en el poder, para convertirse en uno de regímenes más largos de Latinoamérica en la historia reciente.

Ortega gobernó Nicaragua durante un primer período, de 1979, al triunfo de la Revolución Sandinista, hasta 1990, cuando perdió unas elecciones ante la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro.

Luego retornó en 2006 y logró controlar todos los poderes del Estado.

Este será el quinto período presidencial de Ortega y su cuarta reelección, y quizás la más polémica, debido al encarcelamiento de sus principales rivales.

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