No divulgarán fotos de bin Laden

El presidente Barack Obama decidió que no era necesario difundir las imágenes para probar el deceso.

Expertos estadounidenses empiezan a revisar con lupa documentación encontrada en la casa donde se escondía el jefe de la red Al Qaeda.

El presidente Barack Obama decidió no divulgar la foto del cadáver de Osama bin Laden, muerto la madrugada del lunes en un asalto comando de fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán.

Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca dijo en Washington que "no es de interés de la seguridad nacional permitir (la publicación) de estas imágenes, de manera de evitar como en el pasado que sirvan de íconos para movilizaciones contra Estados Unidos".

El vocero subrayó que "no hay ninguna duda sobre el hecho de que Bin Laden está muerto”, aunque seguramente hay dudas sobre su muerte “entre los miembros de Al Qaeda”.

En una entrevista que será difundida el domingo en el programa “60 Minutes” de la cadena de televisión CBS, Obama subrayó que era importante evitar que esa evidencia fotográfica se divulgara con fines propagandísticos.

La Casa Blanca había estado valorando si daba a conocer o no por lo menos una foto y ofrecer así pruebas a quienes aún dudan de la muerte del jefe de Al Qaeda.

Algunos funcionarios del gobierno y legisladores se habían opuesto a hacerlo por considerar que la imagen podría inflamar reacciones de violento fanatismo contra EE.UU. en el mundo islámico. El propio vocero de la Casa Blanca Jay Carney había admitido que las fotos son "truculentas".

El legislador Mike Rogers, que preside la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, opinó que no veía qué se ganaba con difundir las imágenes porque "los que creen en las teorías conspirativas verán las fotos y encontrarán 10 razones para creer que es otra persona".

Según la información oficial, Bin Laden recibió dos disparos a corta distancia cuando opuso resistencia a que se le capturara aun estando desarmado. Uno de los balazos le dio en la cabeza y el otro en el pecho.

Los muertos en la operación, de acuerdo con la última versión oficial fueron Bin Laden, su hijo Jalid, su correo de mayor confianza, Abu Ahmed al-Kuwaiti; y la esposa y un hermano de éste.

Recopilando información

Un equipo de expertos de la CIA empezaron a revisar ya los archivos de computadora, memorias portátiles, discos y documentos recopilados por los comandos que asaltaron el refugio donde se hallaba bin Laden en busca de pistas que los lleven a otros cabecillas de la red terrorista.

Como parte de la información obtenida fueron identificados números telefónicos que podrían ser de gran utilidad, teniendo en cuenta que ésta fue precisamente la vía que se utilizó para detectar al mensajero de bin Laden, lo que luego posibilitó dar con su paradero.

El legislador Rogers recordó que fueron retazos de información los que permitieron con el tiempo dar con el jefe de Al Qaeda, aunque precisó que será una tarea ardua porque hay mucho material codificado.

La documentación recogida constituye un verdadero tesoro debido a cuando el que cae es un jefe intermedio, sus superiores saben en qué consiste la información que poseía y saben qué tienen que modificar, pero cuando el que cae es el jefe máximo nadie tiene la certeza de lo que había allí.

Un ex alto oficial de contrainteligencia estadounidense, Marion Bowman, precisó qué cosas son las que más buscaría de ser parte del equipo de expertos encargados de revisar los documentos.

“Buscaría cualquier cosa que pudiera tener rastros de ADN, trozos de papel que pudieran indicar cómo y con quién se comunicaba, y tener una idea de la red”, dijo.

Bowman, quien estuvo en la marina de guerra y en el FBI antes de convertirse en el segundo asesor de contrainteligencia en el 2006 del entonces presidente George W.Bush, dijo que el equipo integrado por la CIA seguramente tiene especialistas en tecnología de computación, y agentes encargados de identificar hasta las cosas aparentemente más insignificantes.