La OTAN ha lanzado los ejercicios militares más grandes en más de una década, los cuales se llevan a cabo en Italia, España y Portugal.
Los ejercicios bautizados como Trident Juncture, en los que participarán unos 36.000 soldados, tienen lugar en un momento en que a Estados Unidos y a sus aliados les preocupan los movimientos militares rusos y la creciente inestabilidad en el Medio Oriente.
Hablando a los reporteros en la base aérea de Tapani, en Italia, el subsecretario general de la OTAN, embajador Alexander Vershbow, subrayó que los ejercicios militares involucran un “adversario ficticio” y dijo que la OTAN no busca “confrontar a nadie”.
Pero Vershbow resaltó que la alianza encara “retos fundamentales” tanto al sur como al este, “agitación y extremismo en Medio Oriente y África del Norte” y “la continua desestabilización rusa de Ucrania y ahora su intervención en Siria”.
En respuesta, dijo, la OTAN está mejorando su “preparación” y “flexibilidad”.
“Nos preocupa la acumulación militar rusa”, dijo Vershbow en respuesta a una pregunta sobre la amenaza que representa el ejército ruso.
Los ejercicios pondrán a prueba una nueva fuerza “punta de lanza” compuesta por fuerzas de aire, mar y operaciones especiales como parte de la fuerza de reacción rápida de 40.000 elementos.