Fuentes palestinas afirmaron que un ataque israelí mató este sábado a por lo menos 22 personas en una escuela que albergaba a desplazados en el sur de la Ciudad de Gaza, mientras que el Ejército israelí afirmó que el objetivo del ataque era un centro de mando de Hamás.
El Ministerio de Sanidad de Gaza afirmó que la mayoría de los muertos eran mujeres y niños. La oficina de prensa del gobierno de Hamás declaró que entre los muertos había 13 niños, entre ellos un bebé de tres meses, y seis mujeres.
El Ejército afirmó que había atacado un centro de mando de Hamás instalado en el complejo que anteriormente había servido de escuela, repitiendo la acusación de que el grupo militante utiliza instalaciones civiles con fines militares, algo que Hamás niega.
Las imágenes de Reuters del lugar mostraban paredes destrozadas, muebles quemados y agujeros en el techo de una habitación mientras la gente intentaba salvar lo que podía de sus pertenencias.
También lea Israel: Alta probabilidad de que rehenes murieron en bombardeo israelí"Las mujeres y sus hijos estaban sentados en el patio de la escuela, los niños jugaban, y de repente les alcanzaron dos cohetes", dijo un testigo, Said Al-Malahi.
Algunos de los muertos fueron envueltos en mantas y llevados en carretas tiradas por burros, mientras las ambulancias trasladaban otros cadáveres.
En Ráfah, en el sur de la Franja de Gaza, el Ministerio de Sanidad dijo que cuatro trabajadores sanitarios habían muerto por un ataque israelí que alcanzó almacenes de la cartera. Las ambulancias no pudieron llegar hasta los muertos ni atender a los heridos, añadió.
El Ejército israelí afirmó que sus fuerzas, que operan en Ráfah desde mayo, han matado a decenas de militantes en las últimas semanas y desmantelado infraestructura militar y pozos de túneles.
La exigencia de Israel de mantener el control de la línea fronteriza meridional entre Ráfah y Egipto ha sido uno de los principales puntos de fricción en los esfuerzos internacionales por alcanzar un acuerdo de alto el fuego.
Hamás afirma que se centra en un acuerdo que ponga fin a la guerra y saque a las fuerzas israelíes de Gaza, mientras que Israel señala que la guerra sólo puede terminar una vez que Hamás sea erradicada. Otro punto conflictivo ha sido el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos retenidos por Israel.
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