Francisco y Kirill ponen fin a mil años de silencio

El papa Francisco agradeció a Cuba por servir de país anfitrión y propiciar el encuentro y agregó que "si Cuba sigue así será la capital de la unidad".

El Papa Francisco y el líder ortodoxo romano, Kirill, hicieron historia en La Habana Cuba, durante una reunión de dos horas en uno de los salones de la terminal 1, en el Aeropuerto Internacional José Martí.

Después de más de mil años de silencio, la división de la iglesia Católica, creada durante el Gran Cisma en 1054 parece haber terminado.

Tuvo que llegar un Papa latinoamericano para romper tantos años de aislamiento entre ambas secciones del catolicismo, y como si le faltara algo de drama, Cuba fue el escenario de este histórico encuentro unificador entre oriente y occidente.

“Santidad, excelencia. Hablamos como hermanos, tenemos el mismo bautismo, somos obispos. Hablamos de nuestras iglesias. Coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente sin medias palabras. Le confieso que he sentido una consolación del espíritu en este diálogo”, dijo el papa Francisco ante la prensa internacional.

En su corta intervención, el pontífice también tuvo palabras para Cuba, y su presidente Raúl Castro.

“No me quiero ir sin dar un agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano, y a su presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa, si sigue así Cuba será la capital de la unidad”, afirmó el líder de la iglesia Católica.

Por su parte, Kirill, patriarca de la iglesia ortodoxa rusa, que representa a más de 150 millones de feligreses, se mostró motivado ante este encuentro histórico, en el que aseguró, tuvieron una “discusión abierta” que dio la “oportunidad de sentir las emociones de cada uno”.

“Los resultados de la conversación me permiten asegurar que ambas iglesias pueden cooperar conjuntamente defendiendo a los cristianos de todo el mundo, y con plena responsabilidad trabajar conjuntamente, que no sea la guerra, para que la vida humana se respete en todo el mundo”, dijo el patriarca ruso.

El Papa argentino continuará con su agenda en México, en donde ya lo esperan sus millones de feligreses en ese país, mientras que Kirill, también conocido como Cirilo en español, permanecerá en Cuba hasta el domingo, para luego continuar con su gira latinoamericana en Paraguay, Chile y Brasil.