El primer día completo de actividades del Sumo Pontífice en Colombia, comenzó con su encuentro con el presidente, Juan Manuel Santos. Acto seguido, recibió las llaves de la capital y se reunió con miles de jóvenes, quienes lo esperaban con júbilo en la icónica Plaza de Bolívar, en Bogotá.
Durante su primer encuentro, el santo padre recalcó uno de los principales mensajes que lo trajo a Colombia: La importancia del proceso de paz que atraviesa el país.
“Este encuentro ofrece la oportunidad para expresar el aprecio por los esfuerzos que se hacen, a lo largo de las décadas, para poner fin a la violencia armada y encontrar caminos de reconciliación”, aseguró el Sumo Pontífice.
Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeció la visita y recordó el largo trayecto recorrido por su país: “Por más de medio siglo nos resignamos a la violencia en nuestro suelo, y sus cenizas –de rencor, de dolor, de venganza– todavía son brasas ardientes que debemos apagar”.
El máximo jerarca en el mundo de la Iglesia católica, se reunió en privado con el presidente Santos y posteriormente el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en una breve ceremonia simbólica, donde le entregó las llaves de la ciudad.
Posteriormente, el papa Francisco participó de una ceremonia en la Catedral Primada de Colombia y como estaba planeado, salió a uno de los balcones que da la cara a la Plaza de Bolívar, para dirigirse especialmente a los miles de jóvenes que colmaron la plaza por horas, para escuchar el mensaje que el Sumo Pontífice les entregó:
“Vengo a aprender de ustedes, de su fe, de su diversidad ante la adversidad”, dijo el primer Papa de origen latinoamericano, ante cerca de 22.000 personas.
Sonriente y saliéndose de su discurso escrito, ante las muestras de cariño dijo: “Este lío solo lo pueden hacer los jóvenes”, agregando que en sus manos está el futuro.
A juzgar por el clima que se vive en la capital colombiana, su gente está lista para dejar atrás los años de violencia y conflicto armado interno. El ambiente que se respira en Bogotá es de tranquilidad y muchos manifiestan que ello es fruto de la inspiración que el papa Francisco motiva. Estas expresiones, en casos como el de la chef Amparo, se evidencian en la creación de una imagen del Sumo Pontífice en mantequilla. Por tres días, su equipo, conformado 10 personas, se encargó de preparar esta deliciosa creación.
Arturo Barreiro, un taxista que lleva 30 años recorriendo las calles bogotanas, lleva en su auto al menos cinco imágenes del papa latinoamericano, y espera tener la oportunidad de que el mismo pontífice las bendiga.
La gerente del Hotel Tequendama, Ana Araceli Jara, en compañía de la huésped que lleva más de 15 años en el legendario hotel, Domenique Garelli, crearon un oratorio con motivo de la visita papal.
Además de las manifestaciones personales, el gobierno del presidente Santos está buscando dar esa imagen de cambio. Según dijo a la Voz de América la ministra de Educación, Yaneth Giha, la formación es uno de los principales caminos. “La educación, de alguna manera, es lo que más nos ayuda a construir ese país diferente. La visita del Papa nos ayuda a reforzar ese mensaje de que vamos en el camino correcto”.
Al inicio de la tarde, las calles de Bogotá estaban despejadas de tráfico, ante la expectativa del traslado del Papa hasta el Parque Simón Bolívar, donde realizaró la primera misa en territorio colombiano. Más de 700.000 personas acudieron a la cita única, con el papa Francisco.
Vea el informe de Bryan Cruz desde el Parque Simón Bolívar:
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