A solo días para que llegue el papa Francisco a Estados Unidos, las organizaciones proinmigrantes no pierden la esperanza en la reforma migratoria.
Los representantes de organizaciones no solo esperan que el Sumo Pontífice aborde el tema de la reforma migratoria frente al Congreso sino que logre llegar a los corazones de los legisladores.
Los líderes hispanos coinciden en que la visita papal sea la única oportunidad para que se reabra el debate sobre el tema de la reforma migratoria en el Congreso y al mismo tiempo se ponga fin a los discursos antiinmigrantes de algunos precandidatos a la presidencia de Estados Unidos.
"Oramos porque este encuentro entre el Congreso y el Papa nos pueda llevar a reabrir un debate, un debate honesto, un debate que nos lleve a una solución que sea consistente con los principios de todas nuestra tradiciones de fe y que trate a inmigrantes con la dignidad que merecen", dijo el líder sindical Eliseo Medina, leyendo un comunicado firmado por más de 230 organizaciones.
Aunque "no sabemos exactamente qué dirá el Santo Padre (...) él ha sido un fuerte defensor de los inmigrantes, refugiados, víctimas de los traficantes y desplazados", señaló el cardenal Theodore McCarrick, exarzobispo de Washington.
Si bien quedó claro que el propósito de la visita papal no es lograr cambios en la política, ni transformar opiniones la comunidad inmigrante no pierde la esperanza que logre transformar corazones.
De manera simbólica tanto en la capital estadounidense como en una veintena de Estados las organizaciones realizarán una jornada de oración entre el 23 y el 24 de septiembre.