El papa Francisco aterrizó el lunes en Santiago, la última escala de su visita a Cuba, donde ha sido elogiado por ayudar a restablecer los vínculos entre la nación de gobierno comunista y los Estados Unidos.
El Santo Padre visitó el templo de la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, antes de viajar a Washington para la segunda parte de su gira por los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría.
Francisco celebró misa horas antes en la oriental ciudad de Holguín, donde invitó a decenas de miles de personas a que respondan a la invitación de Jesucristo para superar la resistencia al cambio.
Durante su homilía, el papa Francisco dijo que Cristo invita a los fieles diariamente para que crean en la posibilidad de la transformación personal.
"El nos invita lentamente a superar nuestras preconcepciones y nuestra renuencia a pensar que otros, y mucho menos nosotros, podemos cambiar", dijo.
Holguín, la tercera ciudad más importante de Cuba, ha sido la cuna de la fe católica en la isla y es conocida por una cruz colocada en una colina que domina la ciudad desde hace siglos.
Holguín también es la ciudad donde nacieron Fidel y Raúl Castro, los dos líderes comunistas que han gobernado a Cuba desde 1959.
El papa Francisco se reunió con ambos en La Habana en el primer día de su visita.