El papa llama a la “Paz para Jerusalén” y al entendimiento con Corea

El papa Francisco saluda a los fieles luego de su discurso Urbi e Orbi.

El papa Francisco pidió "paz para Jerusalén" y "confianza mutua" en la península de Corea, mientras se centró en el sufrimiento de los niños en conflictos en todo el mundo, en su tradicional discurso del Día de Navidad "Urbi et Orbi" ("A la ciudad y a el mundo ") desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.

"Mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra (...) un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana, social y ambiental", dijo el papa a los fieles.

El pontífice dijo que los niños en Oriente Medio "siguen sufriendo por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos", mientras que en Siria los más pequeños siguen "marcados aún por la guerra", y señaló que en Yemen, "existe un conflicto en gran parte olvidado".

Igualmente, Francisco habló de "crecientes tensiones entre israelíes y palestinos", expresando su esperanza de que "la voluntad de reanudar el diálogo pueda prevalecer entre las partes y que finalmente se pueda alcanzar una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica de dos estados".

"Recemos para que la confrontación se supere en la península de Corea y que la confianza mutua pueda aumentar en interés del mundo en su conjunto", dijo el pontífice.

Durante su Misa de Nochebuena el domingo, a la que asistieron unas 10.000 personas dentro y fuera de la Basílica de San Pedro, Francisco defendió a los inmigrantes, comparándolos con María y José, que no encontrarib dónde alojarse en Belén, diciendo que la fe exige que los extranjeros sean acogidos y llamando a una "nueva imaginación social".

El papa instó a los más de 1.200 millones de católicos del mundo a no ignorar la difícil situación de los inmigrantes que son "expulsados de sus tierras" debido a la voluntad de los líderes de derramar "sangre inocente".