El papa Francisco nombró el jueves al arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory, como nuevo arzobispo de Washington, D.C.
El sumo pontífice optó por un moderado, que además será el primer afroestadounidense que se pone al frente de la archidiócesis en el epicentro de la crisis de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica de Estados Unidos.
Gregory, de 71 años y hasta ahora arzobispo de Atlanta, posiblemente será elegible para integrar en unos años el cónclave que designará al próximo papa una vez que Francisco muera o renuncie. Donald Wuerl dimitió como arzobispo de la capital estadounidense en octubre del año pasado, tras 12 años en el cargo, después de que un reporte judicial lo criticó abiertamente por no hacer lo suficiente para abordar los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes durante su rol previo a la cabeza de la diócesis de Pittsburgh.
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El predecesor de Wuerl, el excardenal Theodore McCarrick, fue expulsado de la iglesia previamente este año después de que fue encontrado culpable de delitos sexuales contra menores y adultos.
Gregory dirigía la conferencia episcopal estadounidense en 2002, cuando se adoptó la política de “tolerancia cero” a los abusos en respuesta a la primera oleada del escándalo. Estaba al frente de la archidiócesis de Atlanta desde 2005 y se considera que está en línea con la visión progresista que el pontífice tiene de la Iglesia.
El nombramiento fue reportado primero por la Agencia Católica de Informaciones.
Este es el tercer gran cambio ordenado por Francisco para remodelar la jerarquía eclesiástica en Estados Unidos, que en los dos últimos papados adquirió una tendencia conservadora influida por una guerra cultural. El papa comenzó a promocionar a curas más moderados en 2014, con la designación del cardenal Blase Cupich como arzobispo de Chicago. La tendencia continuó dos años más tarde con el traslado de Joseph Tobin a Newark, Nueva Jersey, y su nombramiento como cardenal.
Aunque es relativamente pequeña, la archidiócesis de Washington siempre ha tenido un gran peso e influencia al encontrarse en la capital del país. Sus arzobispos suelen llegar a cardenales, lo que podría suponer que Gregory podría convertirse en el primero afroestadounidense.
Pero la delegación se ha visto envuelta en la crisis de abusos sexuales por la implicación de sus dos últimos líderes _ Wuerl y su predecesor Theodore McCarrick _ en el escándalo.
En febrero, Francisco expulsó a McCarrick luego de que una investigación respaldada por el Vaticano concluyó que abusó sexualmente de menores y adultos a lo largo de su carrera. Era la primera vez que un cardenal era cesado por este motivo.
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Gregory nació en Chicago y fue criado en el sector sur de la ciudad. Como presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos entre 2001 y 2004, Gregory impulsó medidas para proteger a niños luego de que emergiera el escándalo de abusos sexuales en Boston en 2002. (Reporte de Philip Pullella. Editado en español por Marion Giraldo)
Gregory era un protegido del fallecido cardenal de Chicago Joseph Bernardin, que lo consagró obispo en 1983. Gregory ejerció el cargo en Belleville, Illinois, desde 1994 hasta su traslado a Atlanta en 2005.
La posición en Washington es la más influyente y visible en la iglesia estadounidense debido a su proximidad con las esferas del poder político del país.