Evitar el escándalo no debe ser razón para ocultar los casos de abusos de niños dentro de la iglesia Católica.
Ese fue el mensaje del papa Francisco a los obispos y directores de instituciones religiosas en la víspera de la primera reunión en Roma de una comisión que creó el mismo pontífice para proteger a los menores de los abusos sexuales por parte de los miembros del clero.
La comisión encabezada por el cardenal Sean O'Mally, tiene 16 miembros y también tendrá la tarea de proponer reformas para lograr que la iglesia Católica sea vista como una “casa segura” para todos sus fieles donde no hay lugar para ningún tipo de abuso contra los menores.
"Las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura" dijo el Papa en su carta.
Pese a la mano dura demostrada por el Vaticano en este tipo de casos las asociaciones de víctimas continúan sus críticas contra la iglesia Católica y piden se hagan públicas algunas investigaciones internas que realiza el Vaticano.
Una integrante de la comisión, Marie Collins, de Irlanda, quien fue víctima de abuso sexual, dijo a la agencia de noticias Reuters que los miembros de la comisión pidieron al Papa que escriba una carta para impedir cualquier resistencia de los obispos hacia su trabajo.
Asimismo el papa Francisco también pidió a los miembros de la iglesia colaboración para que la comisión designada pueda cumplir con su trabajo y que le otorguen una máxima prioridad al tema si salieran a la luz nuevos escándalos sobre abusos sexuales dentro de la iglesia.