Para llamar la atención sobre los problemas y aspiraciones del Medio Oriente, el Papa Benedicto XVI visitará el Líbano este viernes.
Su viaje podría verse empañado por el conflicto en Siria, país vecino en el que una guerra civil ha tenido entre sus consecuencias a más de 250 mil refugiados, muchos de ellos en el Líbano.
Sin embargo, el enviado del Papa a Beirut dijo este lunes que el Vaticano está "tranquilo" por la seguridad del sumo pontífice luego de que los distintos grupos religiosos libaneses le dieran ciertas garantías.
El arzobispo Gabriele Caccia dijo que espera que la situación de Siria no ahogue el propósito principal del viaje, que incluirá un encuentro con el presidente libanés Michel Suleiman y con el primer ministro Najib Mikati este sábado.
"Ciertamente uno no puede cerrar los ojos ante una situación de violencia. El drama en Siria amenaza este viaje, pero también hay un horizonte más amplio del Medio Oriente", comentó.
"La cuestión siria toma prioridad porque es una emergencia, pero el viaje completo no puede ser reducido a la situación política referente a Siria", agregó.
Existen temores de que el conflicto sirio pueda influenciar la situación del Líbano y reiniciar la guerra civil entre los grupos religiosos rivales de dicho país.
El 60% de la población libanesa es musulmana, mientras que la mayoría del porcentaje restante es cristiana.
A pesar de los temores de la visita del Papa, Caccia ha dicho estar "tan tranquilo como es humanamente posible" y que la iglesia tiene "garantías razonables" de que su viaje no será interrumpido.
"Claramente las fuerzas de seguridad están en alerta. La seguridad siempre es una prioridad durante las visitas papales, particularmente en este contexto", explicó.
"Pero debo decir honestamente que en lo que concierne a los elementos libaneses, ningún sector ha expresado oposición a este viaje. Todas las comunidades, cristianos, musulmanes, sunitas, chiítas, drusos y los alauitas han reaccionado positivamente", aseguró Caccia.
Su viaje podría verse empañado por el conflicto en Siria, país vecino en el que una guerra civil ha tenido entre sus consecuencias a más de 250 mil refugiados, muchos de ellos en el Líbano.
Sin embargo, el enviado del Papa a Beirut dijo este lunes que el Vaticano está "tranquilo" por la seguridad del sumo pontífice luego de que los distintos grupos religiosos libaneses le dieran ciertas garantías.
El arzobispo Gabriele Caccia dijo que espera que la situación de Siria no ahogue el propósito principal del viaje, que incluirá un encuentro con el presidente libanés Michel Suleiman y con el primer ministro Najib Mikati este sábado.
"Ciertamente uno no puede cerrar los ojos ante una situación de violencia. El drama en Siria amenaza este viaje, pero también hay un horizonte más amplio del Medio Oriente", comentó.
"La cuestión siria toma prioridad porque es una emergencia, pero el viaje completo no puede ser reducido a la situación política referente a Siria", agregó.
Existen temores de que el conflicto sirio pueda influenciar la situación del Líbano y reiniciar la guerra civil entre los grupos religiosos rivales de dicho país.
El 60% de la población libanesa es musulmana, mientras que la mayoría del porcentaje restante es cristiana.
A pesar de los temores de la visita del Papa, Caccia ha dicho estar "tan tranquilo como es humanamente posible" y que la iglesia tiene "garantías razonables" de que su viaje no será interrumpido.
"Claramente las fuerzas de seguridad están en alerta. La seguridad siempre es una prioridad durante las visitas papales, particularmente en este contexto", explicó.
"Pero debo decir honestamente que en lo que concierne a los elementos libaneses, ningún sector ha expresado oposición a este viaje. Todas las comunidades, cristianos, musulmanes, sunitas, chiítas, drusos y los alauitas han reaccionado positivamente", aseguró Caccia.