“La política no es fuerza ni arbitrio”, afirma Cartes en el comunicado donde implícitamente rechaza las resoluciones de la recién concluida Cumbre de Montevideo y cuestiona una vez más la legalidad del ingreso de Venezuela al bloque..
El presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, rechazó a través de un comunicado las decisiones adoptadas por la Cumbre de Presidentes del Mercosur, y cuestionó una vez más la legalidad del ingreso de Venezuela al bloque.
“La política no es fuerza ni arbitrio”, afirma Cartes en el comunicado, donde toma distancia de las resoluciones de la recién concluida Cumbre de Montevideo.
Cartes, quien asumirá la presidencia de Paraguay el próximo 15 de agosto, cuestiona en particular “las características jurídicas del ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur, en julio del 2012”, las cuales, sostiene, “no han sido subsanadas conforme a las normas legales a que se debe ajustar el ingreso de un nuevo miembro”.
El cuestionamiento gana relevancia en momentos en que Venezuela ha sido elegido presidente pro-tempore del bloque por el próximo semestre cuando se debe llevar a cabo la reintegración de Paraguay al Mercosur.
Al explicitar el rechazo al ingreso de Venezuela, Cartes reclama que “un hecho fundamental de la política internacional es la vigencia del derecho internacional”, y en tal sentido, subraya que las irregularidades del ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur, en julio de 2012, “no han sido subsanadas conforme a las normas legales a que se debe ajustar el ingreso de un nuevo miembro”.
a unión ideológica
El Mercosur ha pasado de ser una unión aduanera a “una unión ideológica” afirmó en declaraciones a la Voz de América, el senador uruguayo del Partido Nacional, precandidato presidencial y ex ministro de Relaciones Exteriores, Sergio Abreu.
El legislador uruguayo cuestionó el manejo que el bloque ha hecho con Paraguay y la legalidad del ingreso por “amiguismo” de Venezuela, sin la aprobación del parlamento paraguayo, con lo cual no se ha respetado la voluntad del pueblo paraguayo, ni los tratados sobre los que se ha fundado el bloque como los de Asunción, Ushuaia y Ouro Preto.
Abreu recordó que el espíritu con el que se conformó el Mercosur, fue para beneficiar a los trabajadores de los países socios a través de una “unión aduanera”. Sin embargo, agregó el legislador, en la actualidad el Mercosur se ha desfigurado y citó como ejemplo el permanente “bloqueo al comercio” que ensaya Argentina y lo que calificó como “la prepotencia” de Brasil en las relaciones dentro del acuerdo regional.
El presidente electo de Paraguay indica en tal sentido que “el mero transcurso del tiempo o decisiones políticas posteriores no restablecen, por sí, el imperio del Derecho. El Derecho concerniente, internacional y nacional, debe ser reconocido, respetado y cumplido, tal como se ha acordado”.
La discrepancia representan un rechazo implícito a lo resuelto por el bloque en Montevideo, tanto en lo que hace a la presidencia otorgada a Venezuela, como el levantamiento de la suspensión a Paraguay.
Paraguay es junto a Argentina, Brasil y Uruguay socio fundador del bloque y su parlamento nunca aprobó el ingreso de Venezuela, por lo cual el gobierno paraguayo ha invocado el Tratado de Asunción para cuestionar la decisión de integrar a Venezuela sin ajustarse a derecho.
La suspensión del Paraguay del Mercosur se basó en la destitución del ex presidente Fernando Lugo en junio de 2012, tras un juicio político, por lo cual los países del Mercosur lo consideraron un golpe de estado parlamentario.
“La política no es fuerza ni arbitrio”, afirma Cartes en el comunicado, donde toma distancia de las resoluciones de la recién concluida Cumbre de Montevideo.
Cartes, quien asumirá la presidencia de Paraguay el próximo 15 de agosto, cuestiona en particular “las características jurídicas del ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur, en julio del 2012”, las cuales, sostiene, “no han sido subsanadas conforme a las normas legales a que se debe ajustar el ingreso de un nuevo miembro”.
Al explicitar el rechazo al ingreso de Venezuela, Cartes reclama que “un hecho fundamental de la política internacional es la vigencia del derecho internacional”, y en tal sentido, subraya que las irregularidades del ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur, en julio de 2012, “no han sido subsanadas conforme a las normas legales a que se debe ajustar el ingreso de un nuevo miembro”.
De unión aduanera a unión ideológica
De unión aduaneraa unión ideológica
El Mercosur ha pasado de ser una unión aduanera a “una unión ideológica” afirmó en declaraciones a la Voz de América, el senador uruguayo del Partido Nacional, precandidato presidencial y ex ministro de Relaciones Exteriores, Sergio Abreu.
El legislador uruguayo cuestionó el manejo que el bloque ha hecho con Paraguay y la legalidad del ingreso por “amiguismo” de Venezuela, sin la aprobación del parlamento paraguayo, con lo cual no se ha respetado la voluntad del pueblo paraguayo, ni los tratados sobre los que se ha fundado el bloque como los de Asunción, Ushuaia y Ouro Preto.
Abreu recordó que el espíritu con el que se conformó el Mercosur, fue para beneficiar a los trabajadores de los países socios a través de una “unión aduanera”. Sin embargo, agregó el legislador, en la actualidad el Mercosur se ha desfigurado y citó como ejemplo el permanente “bloqueo al comercio” que ensaya Argentina y lo que calificó como “la prepotencia” de Brasil en las relaciones dentro del acuerdo regional.
La discrepancia representan un rechazo implícito a lo resuelto por el bloque en Montevideo, tanto en lo que hace a la presidencia otorgada a Venezuela, como el levantamiento de la suspensión a Paraguay.
Paraguay es junto a Argentina, Brasil y Uruguay socio fundador del bloque y su parlamento nunca aprobó el ingreso de Venezuela, por lo cual el gobierno paraguayo ha invocado el Tratado de Asunción para cuestionar la decisión de integrar a Venezuela sin ajustarse a derecho.
La suspensión del Paraguay del Mercosur se basó en la destitución del ex presidente Fernando Lugo en junio de 2012, tras un juicio político, por lo cual los países del Mercosur lo consideraron un golpe de estado parlamentario.