Declive físico y mental, con dolor y alteraciones emocionales son los primeras señales que el mal de Parkinson está por venir.
Esta fue la conclusión de una investigación realizada por la especialista en salud pública de la universidad de Harvard, Natalia Palacios publicada en el Journal de la Enfermedad de Parkinson.
El estudio se basó en encuestar a 51.350 hombres y 1221.701 mujeres sobre varios factores como su salud física, limitaciones impuestas por los trastornos físicos, las afecciones emocionales, la vitalidad, el dolor corporal, la salud mental, entre otros.
De este grupo 454 hombres y 414 mujeres desarrollaron el mal de Parkinson. Alrededor de siete años y medio antes de ser diagnosticados no presentaban diferencias en su salud en comparación con los que no desarrollaron la enfermedad.
La gran diferencia se deja ver tres años antes del diagnóstico para los hombres y 7.5 años antes para las mujeres. A partir de ese momento el declive de la salud de estas personas fue de cinco a siete veces mayor que el promedio anual de las personas que envejecen, pero sin contraer la enfermedad.
Con estos resultados la investigadora recomienda que se deben realizar más estudios que ayuden a detectar más temprano la enfermedad y de esta forma no esperar tanto tiempo para el tratamiento.
″Nuestra investigación muestra que el proceso patológico que subyace a la enfermedad de Parkinson comienza años antes del diagnóstico. Espero que investigaciones futuras encuentren la forma de reconocer la enfermedad antes de que surjan los síntomas clínicos″, afirmó Palacios.