El partido gobernante en Corea del Sur logró una contundente victoria en las elecciones parlamentarias del miércoles, que tuvieron la mayor participación en casi tres décadas a pesar del coronavirus que enfermó a miles de personas y obligó a mantener una distancia social en los centros de votación.
El Partido Demócrata y la formación satélite que creó para ganar escaños representativos proporcionales lograron 180 de los 300 de la Asamblea Nacional, dijeron funcionarios electorales al término del conteo de los votos el jueves. Por otra parte, los conservadores registraron su peor resultado en años en la densamente poblada zona metropolitana de Seúl.
La cómoda mayoría podría animar al gobierno del presidente Moon Jae-in a lograr sus objetivos clave, tanto a nivel nacional como internacional, como reactivar la diplomacia con su rival, Corea del Norte mientras enfrenta una crisis de salud pública histórica que está cerrando negocios y amenazando el modo de vida de los surcoreanos.
“Sentimos una gran responsabilidad, que supera nuestra alegría por ganar las elecciones”, señaló el líder del Partido Demócrata, Lee Hae-chan, en una reunión de la formación. “Realizaremos esfuerzos preventivos y agresivos para superar la crisis del nuevo coronavirus y la amenaza que supone para el modo de vida y la economía nacional”.
Hwang Kyo-ahn, líder del conservador Partido del Futuro Unido, que perdió ante un candidato demócrata en un distrito clave de Seúl, se disculpó ante sus partidarios por “no lograr evitar que el país vaya en la dirección equivocada en un momento importante”.
Más de 17 millones de surcoreanos votaron el miércoles. Combinados con los 11,8 millones de votos anticipados y emitidos por correo, suponen una participación del 66,2%, la mayor desde el 71,9% de las elecciones generales de 1992, dijo la Comisión Electoral Nacional.
Los analistas trataban de explicar la sorpresiva alta participación. Algunos dijeron que el miedo y el estado de alerta por la pandemia podrían haberle dado votos al gobierno de Moon para que pueda luchar contra el virus y sus consecuencias con una mayor estabilidad política.
Antes de que el coronavirus comenzase a copar toda la atención pública, los apoyos a Moon se tambaleaban por un mercado laboral en decadencia, los escándalos de corrupción que rodeaban a aliados políticos clave, y los problemáticos lazos con su vecina y rival, Corea del Norte.
Pero las encuestas realizadas antes de los comicios indicaban un creciente apoyo, reflejando la aprobación pública a su agresivo programa de pruebas y aislamiento, considerado el responsable de la baja tasa de mortalidad del COVID-19, la enfermedad causada por el virus, en el país con respecto a China y a algunos lugares en Europa y América del Norte. Hasta el jueves, Corea del Sur tenía más de 10.600 casos confirmados con 229 fallecidos.