30.000 personas asistieron al estadio para presenciar el histórico evento, mientras que millones de colombianos pudieron ver el concierto por televisión.
"Hola Bogotá, hola Colombia, buenas noches parceros", fueron las palabras que Colombia nunca olvidará haber escuchado del primer exBeatle que pisó suelo colombiano hablando un perfecto español.
Ante cerca de 30.0000 personas que se tomaron el estadio Nemesio Camacho El Campín, en Bogotá, para rendir tributo al Rock and Roll, McCartney dedicó una de sus canciones a John Lennon y unió en el mismo escenario a padres, hijos e incluso nietos.
Ni las fuertes lluvias, o el inclemente sol que se mezclan en las tardes bogotanas fueron impedimento para que los colombianos fueran testigos de lo que algunos han llamado “el concierto del siglo”.
Sobre la tarde de este jueves, el exBeatle llegó al escenario deportivos para hacer las primeras pruebas de sonido y miles de seguidores se conformaban con escuchar de lejos la voz de uno de los cuatro de Liverpool que al terminar su ensayo los convocaba gritando un "nos vemos más tarde".
Hacia las nueve de la noche (hora local), las notas de Magical Mistery Tour, un clásico grabado por The Beatles en 1967 anunció que comenzaba un sueño de 50 años para los colombianos: participar de un culto al Rock and Roll en cabeza de un autentico Beatle.
Aunque 1.300 hombres de la policía metropolitana de Bogotá garantizaron la seguridad del evento, algunas calles cercanas, tanto al hotel como al estadio, alcanzaron a presentar congestión ante el monumental número de fanáticos que esperaban ver a uno de los cuatro de Liverpool.
El caballero inglés arribó poco antes de la media del miércoles noche en su jet privado y tras hacer esperar por casi 20 minutos a los cientos de fanáticos que observaban la histórica escena desde las rejillas del aeropuerto, el cantante asomó a la puerta de la aeronave, bajó, saludó a sus fans, en un acto de sus característica irreverencia ‘rockeó’ simulando tocar su guitarra y arribó a la camioneta que lo trasladaría al hotel.
McCartney no dio declaraciones a la prensa. Tras arribar al aeropuerto, acompañado de su esposa, fue recibido por los periodistas y el empresario Fernán Martínez, uno de los organizadores del concierto, con quien se dirigió al hotel donde pasó dos noches.
El cantante llegó con una comitiva de 85 personas, aunque cerca de 300 estuvieron involucradas directamente en el montaje del evento.
Adicionalmente, un canal local pagó cerca de $400.000 dólares por los derechos para transmitir el concierto de este ícono del Rock and Roll a través de televisión y de pantallas gigantes ubicadas en diferentes partes del país.
Fanáticos de todas las edades, profesiones, gustos y clases sociales, se vieron unidos ante un fenómeno que nunca imaginaron: uno de los integrantes de la legendaria banda The Beatles estuvo en el país y ellos solo esperan, además de disfrutar de su show, que vuelva y se enamore de Colombia, como ya lo hizo en Uruguay y Paraguay en las escalas previas.
Ante cerca de 30.0000 personas que se tomaron el estadio Nemesio Camacho El Campín, en Bogotá, para rendir tributo al Rock and Roll, McCartney dedicó una de sus canciones a John Lennon y unió en el mismo escenario a padres, hijos e incluso nietos.
Ni las fuertes lluvias, o el inclemente sol que se mezclan en las tardes bogotanas fueron impedimento para que los colombianos fueran testigos de lo que algunos han llamado “el concierto del siglo”.
Sobre la tarde de este jueves, el exBeatle llegó al escenario deportivos para hacer las primeras pruebas de sonido y miles de seguidores se conformaban con escuchar de lejos la voz de uno de los cuatro de Liverpool que al terminar su ensayo los convocaba gritando un "nos vemos más tarde".
Hacia las nueve de la noche (hora local), las notas de Magical Mistery Tour, un clásico grabado por The Beatles en 1967 anunció que comenzaba un sueño de 50 años para los colombianos: participar de un culto al Rock and Roll en cabeza de un autentico Beatle.
Aunque 1.300 hombres de la policía metropolitana de Bogotá garantizaron la seguridad del evento, algunas calles cercanas, tanto al hotel como al estadio, alcanzaron a presentar congestión ante el monumental número de fanáticos que esperaban ver a uno de los cuatro de Liverpool.
El caballero inglés arribó poco antes de la media del miércoles noche en su jet privado y tras hacer esperar por casi 20 minutos a los cientos de fanáticos que observaban la histórica escena desde las rejillas del aeropuerto, el cantante asomó a la puerta de la aeronave, bajó, saludó a sus fans, en un acto de sus característica irreverencia ‘rockeó’ simulando tocar su guitarra y arribó a la camioneta que lo trasladaría al hotel.
McCartney no dio declaraciones a la prensa. Tras arribar al aeropuerto, acompañado de su esposa, fue recibido por los periodistas y el empresario Fernán Martínez, uno de los organizadores del concierto, con quien se dirigió al hotel donde pasó dos noches.
El cantante llegó con una comitiva de 85 personas, aunque cerca de 300 estuvieron involucradas directamente en el montaje del evento.
Adicionalmente, un canal local pagó cerca de $400.000 dólares por los derechos para transmitir el concierto de este ícono del Rock and Roll a través de televisión y de pantallas gigantes ubicadas en diferentes partes del país.
Fanáticos de todas las edades, profesiones, gustos y clases sociales, se vieron unidos ante un fenómeno que nunca imaginaron: uno de los integrantes de la legendaria banda The Beatles estuvo en el país y ellos solo esperan, además de disfrutar de su show, que vuelva y se enamore de Colombia, como ya lo hizo en Uruguay y Paraguay en las escalas previas.