La relación entre Estados Unidos y Canadá “nunca ha estado más sólida”, declaró el vicepresidente estadounidense Mike Pence, menos de un año después de que una disputa comercial enfriara el vínculo bilateral.
Pence visitó la capital canadiense con la esperanza de impulsar la ratificación del nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
El presidente Donald Trump levantó recientemente los aranceles a Canadá y México que Estados Unidos había impuesto al acero y aluminio, a fin de eliminar un obstáculo al T-MEC que su equipo negoció el año pasado. Los aranceles fueron un punto de fricción en las relaciones, las cuales alcanzaron su nivel más bajo a mediados del año pasado, cuando Trump se refirió al primer ministro Justin Trudeau como “débil” y “deshonesto” después de la cumbre del G7 celebrada en Canadá.
El T-MEC, suscrito en noviembre por los gobernantes de las tres naciones, sustituirá al TLCAN. El nuevo pacto debe ser ratificado por los congresos de cada país, y diversos legisladores en Estados Unidos y Canadá habían amenazado con rechazarlo si no se eliminan los aranceles.
Los demócratas en Washington quieren que se ejerzan de manera más estricta los estándares laborales y se oponen a una cláusula que protege a las farmacéuticas de la competencia. Pence se comprometió a que el acuerdo será ratificado este año.
“Nuestro gobierno trabaja incansablemente con los líderes del Congreso de Estados Unidos para aprobar el T-MEC este verano”, declaró Pence.
Trudeau dijo que las conversaciones con Pence se centraron en el proceso de ratificación.
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