El Congreso peruano, dominado por legisladores de la oposición, debatirá este jueves si acepta o no la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczynski y hay quienes quieren para él una salida más dura que una simple dimisión y están instando a los legisladores a iniciar en su lugar un juicio político.
El exbanquero, que asumió el poder en el 2016, perdió apoyo popular y su salida era exigida por opositores y por hasta algunos miembros del oficialismo. El Congreso tramitaba un pedido de destitución y lo iba a interrogar el jueves.
“Frente a esta difícil situación que se ha generado y que me hace injustamente aparecer como culpable de actos en los que no he participado, pienso que lo mejor para el país, es que yo renuncie a la presidencia de la República”, dijo Kuczynski en un mensaje grabado y transmitido por la televisión.
El presidente anunció su dimisión el miércoles tras la publicación de videos comprometedores en los que personas allegadas al mandatario negociaban con miembros de la oposición votos para que no apoyaran su pedido de vacancia a cambio de entrega de proyectos.
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Diputados opositores sostienen que Kuczynski demostró "incapacidad moral" al no revelar los pagos de 782.000 dólares que recibió en el pasado su consultora privada de parte de Odebrecht, el gigante brasileño de la construcción que está en el centro del mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica, y ya iban a celebrar una votación para su destitución el jueves.
Paralelamente, la fiscalía anticorrupción solicitó el impedimento de salida del país Kuczynski mientras es investigado por presunto tráfico de influencias y lavado de activos.
Kuczynski ha negado haber cometido delito alguno y calificó el intento de juicio político de golpe de Estado.
Los legisladores ya intentaron acusar al presidente por los mismos motivos en diciembre, pero no lograron los 87 votos exigidos por ley. En esta ocasión, los conteos preliminares indican que tienen votos suficientes para asegurar la caída de Kuczynski.
Asumirá un desconocido
Por ley, el siguiente en la línea para ocupar la presidencia es el poco conocido primer vicepresidente de la nación, Martín Vizcarra, que hasta ahora también se desempeñaba como embajador de Perú en Canadá.
Vizcarra tiene previsto arribar a Lima el viernes en la madrugada y de allí irá al parlamento, donde se le tomará juramento, según explicó en una conferencia de prensa el presidente del Congreso, Luis Galarreta.
El nuevo jefe de Estado completará el mandato para el que fue elegido Kuczynski —hasta 2021—, según lo que establece la Constitución.
Las encuestas indican que son pocos los peruanos que conocen siquiera el nombre de Vizcarra, y cómo se verá su gobierno sigue siendo un misterio. Vizcarra fue gobernador de una pequeña provincia y se forjó una reputación como generador de consenso. Fungió brevemente como ministro de Transporte y ahora es embajador en Canadá.
Tras conocerse la renuncia de Kuczynski, Vizcarra dijo a través de Twitter que retornará a Lima para ponerse a "disposición del país, respetando lo que manda la Constitución". Si su propuesta no sale adelante, la responsabilidad de gobierno recaería en la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz.
Si ninguno de ellos está dispuesto a asumir la jefatura del estado, Luis Galarreta, presidente del Congreso controlado por la oposición, tomaría el mando del país y debería convocar elecciones en el plazo de un año.
La Cumbre
Perú está a tres semanas de acoger la Cumbre de las Américas, un importante foro internacional que reunirá a los líderes del hemisferio occidental y al que se espera que asista el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por el momento no está claro qué impacto podría tener la salida de Kuczynski sobre la cumbre, pero la gran pregunta es cómo liderará el nuevo presidente a una nación cuyos votantes tienen tanta desconfianza hacia los políticos que la mayoría cree que el Congreso debería renunciar en pleno.
Los analistas creen que Vizcarra podría mantener intactos los principios básicos del ejecutivo conservador de Kuczynski. Pero más allá de su corta etapa como ministro, Vizcarra tiene poca experiencia de gobierno a nivel nacional y seguramente enfrentará una serie de desafíos.
La nación sigue recuperándose de las letales inundaciones del año pasado, y dos expresidentes están acusados de aceptar sobornos de Odebrecht. Un tercero está bajo investigación y es probable que Kuczynski sufra un intenso escrutinio por sus propios vínculos una vez abandone de facto la presidencia.