Perú devolverá dinero a Odebrecht por hidroeléctrica vendida

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Perú devolverá alrededor de 157 millones de dólares a la empresa brasileña Odebrecht retenidos desde 2018 tras la venta de una hidroeléctrica que construyó la controvertida compañía.

Perú devolverá alrededor de 157 millones de dólares a la empresa brasileña Odebrecht retenidos desde 2018 tras la venta de una hidroeléctrica que construyó la controvertida compañía, se informó el martes.

La devolución es parte del acuerdo de colaboración entre Perú y la compañía, firmado en 2019, mediante el cual la constructora delata y aporta pruebas claves para enjuiciar a los políticos locales que habrían recibido sobornos de Odebrecht.

Rafael Vela, jefe de un grupo de élite de la fiscalía peruana que investiga a la compañía, dijo el martes a la televisora peruana N que el acuerdo de colaboración es una “herramienta muy valiosa para la averiguación de la verdad”.

El acuerdo ha sido extensamente criticado en su mayoría por los políticos y exfuncionarios poderosos que posteriormente fueron señalados por la constructora como receptores de sobornos con dinero sucio a cambio de obras públicas sobrevaloradas.

En 2018 la compañía brasileña vendió la hidroeléctrica llamada Chaglla, la tercera más grande de Perú, al consorcio estatal Chino Three Gorges Corporation.

Las confesiones están provocando demoledoras consecuencias en exmandatarios y otros funcionarios. Alan García (2006-2011), se suicidó tras negar por meses que había recibido sobornos. Alejandro Toledo (2001-2006), está preso en Estados Unidos a la espera de una extradición, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) está detenido en su casa y Ollanta Humala (2011-2016) ya estuvo en cárcel nueve meses pero aguarda un juicio donde podría quedar tras las rejas por un cuarto de siglo.

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Desde 2016, la compañía ha admitido que pagó sobornos millonarios en casi todo Latinoamérica para adjudicarse obras de infraestructura a las que inflaba los costos con los que recuperaba el dinero “invertido” en la compra de funcionarios.

A todos los sobornados les colocaban un sobrenombre. Alan García era “caballo loco”, Toledo era “Oriente” y Humala era “OH”, de acuerdo a los testimonios de los exejecutivos de Odebrecht antes los fiscales peruanos.