Los padres de Peter Kassig, un trabajador humanitario de Indiana que fue decapitado por extremistas del Estado Islámico, dijeron que sus corazones sufren por la muerte de su hijo, pero creen que su vida es la prueba de que “una persona puede hacer la diferencia”.
Ed y Paula Kassig, de Indianápolis, leyeron un breve comunicado tras la noticia de la muerte de su hijo el domingo.
“En 26 años, ha presenciado y experimentado de primera mano las más duras realidades de la vida que la mayoría de nosotros puede imaginar”, dijo Paula Kassig sobre su hijo Peter, quien luego se convirtió al Islam durante el cautiverio y se pasó a llamar Abdul Rahman Kassig. “Pero en lugar de dejar que la oscuridad lo abrume, optó por creer en la bondad, en sí mismo y en los demás”.
“La vida de Peter es prueba de que él estaba en lo cierto, una persona puede hacer la diferencia”, agregó.
Kassig fue capturado el 1 de octubre de 2013, mientras que la entrega de ayuda en Siria a través de una organización de ayuda que él fundó.
Sus padres pidieron oraciones por la paz el lunes y solicitaron “ tiempo y privacidad para llorar, llorar y sí, perdonar, y empezar a sanar”.
Un servicio conmemorativo musulmán y cristiano se está planeando para el fin de semana, se informó.
Kassigs: “Nuestro hijo creía en el bien”
“En 26 años, ha presenciado y experimentado de primera mano las más duras realidades de la vida que la mayoría de nosotros puede imaginar”, dijo Paula Kassig sobre su hijo Peter.
Los padres del estadounidense decapitado por el Estado Islámico señalaron que Peter Kassig es la prueba que una persona puede “hacer la diferencia”, y pidieron privacidad para “llorar y perdonar”.