La política de “Paz Total”, con la que el presidente Gustavo Petro busca llegar a acuerdos con los diferentes grupos armados para poner fin al conflicto interno de décadas, afronta su momento más crítico por el secuestro de la guerrilla del ELN al padre del futbolista Luis Díaz y la suspensión de la mesa de diálogos con el Estado Mayor Central, la mayor disidencia de las FARC.
Los recientes acontecimientos de los dos grupos rebeldes han causado rechazo en la opinión pública del país y ha debilitado la credibilidad en ambos procesos de negociación, al punto de sembrar dudas sobre la voluntad de paz del ELN y el EMC.
“Una vez más el Ejército de Liberación Nacional demuestra que no tiene voluntad de paz, pero además estos hechos hacen que los colombianos desconfíen de la Paz Total. El gobierno debe evaluar rápidamente este cese al fuego bilateral”, dijo a la Voz de América Santiago Osorio, senador del partido oficialista Pacto Histórico.
El secuestro de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Díaz, la figura estelar de la Selección Colombia de Fútbol y del Liverpool inglés, el pasado 28 de octubre en la localidad de Barrancas, en La Guajira, por parte del ELN ha sido calificado como una afrenta del grupo al proceso de paz que espera por una quinta ronda de negociaciones.
También lea ¿En qué consiste la política de "Paz Total" del presidente Gustavo Petro?Para Francisco Daza, coordinador de la línea de paz territorial y derechos humanos de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, una oenegé que se encarga de medir las dinámicas del conflicto en el país, la “Paz Total” vive semanas críticas representando reveses importantes en la mesa de diálogos.
“El secuestro del papá de Luis Díaz es un golpe fuerte para el avance de la negociación que se ha tenido con esta guerrilla en los ciclos de negociación, es una especie de estado de crisis que es importante que el gobierno pueda enderezar de la mejor forma para que esto no parezca como castillos de arena que pueden ser frágiles ante cualquier hecho que puedan realizar los grupos armados”, comentó Daza a la VOA.
Iván Cepeda, senador del Pacto Histórico y miembro de la delegación de paz del gobierno en la mesa con el ELN, apunta que el impacto negativo por el secuestro del padre del futbolista, una práctica común en esta guerrilla y que se considera como una violación al Derecho Internacional Humanitario, deteriora la confianza en el proceso.
El secuestro del papá de Luis Díaz es un golpe fuerte para el avance de la negociación”.Francisco Daza, coordinador de la Fundación Paz y Reconciliación.
“Quienes nos ocupamos de las difíciles y complejas tareas de negociar la terminación del conflicto, más aún en circunstancias tan complejas como las de un país con un conflicto que ha durado tanto y tan degradado, debemos estar siempre preparados para las peores circunstancias y aquí mientras más es el escepticismo y el desaliento de la sociedad, mayores esfuerzos y empeños tenemos que poner los constructores de paz para derrotar la guerra”, destacó Cepeda a la Voz de América.
El Estado Mayor Central rompió la mesa de diálogos el domingo y acusó al gobierno de “incumplir” con el retiro de tropas del ejército en zonas que estaban en el dominio del EMC en la región del cañón del Micay, en el convulso departamento del Cauca, donde la Fuerza Pública se hizo bajo el control de parte de este territorio que concentra el 70 % de los cultivos de hoja de coca del Cauca.
En El Plateado, corregimiento del municipio de Argelia (Cauca), en los alrededores del cañón del Micay, unos 200 militares fueron retenidos por la comunidad de esa localidad. Los soldados habían llegado para el desarrollo de las elecciones locales del 29 de octubre, pero según el EMC debían despejar el lugar tras los comicios.
Tras estos hechos, el presidente Petro reconoció y calificó que el inicio de la naciente mesa de negociación con esta disidencia de las FARC había sido apresurada.
“El Cañón del Micay se volvió un fortín de la economía ilícita con un cuerpo armado defendiéndola. Decidimos una operación contra esa fuerza, conquistamos las posiciones dominantes, retiramos de esas posiciones estratégicas al EMC y vino una negociación política, quizás prematura en mi opinión, porque se les propuso en lugar de entrar al poblado disparando, que abandonaran y que entráramos a transformar todo el Cañón del Micay en una economía lícita a través de la acción del Estado Colombiano", comentó Petro, citado en la cuenta de X de Presidencia.
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Analistas consultados por la Voz de América, coinciden que el gobierno deberá revisar cuáles fueron las fallas que se cometieron desde el comienzo que llevaron a que estos grupos a desarrollar este tipo de acciones y afianzar los mecanismos de monitoreo y verificación para tener claro qué se puede hacer y qué no durante los procesos.
“Levantarse de la mesa sería desfavorable para la Paz Total, es como reiniciarla después de un año de avances y trabajo, además también podría representar riesgos para la población civil, estos actores armados podrían sentirse traicionados ante un levantamiento de las mesas”, relató Daza a la VOA.
En ese orden, Mauricio Jaramillo, politólogo y profesor de la Universidad del Rosario de Bogotá, señaló que el gobierno deberá hacer mayores exigencias al ELN y EMC por el cumplimiento del cese al fuego y de los derechos humanos.
“Lo que hemos visto no es que el gobierno haya fracasado en el proceso de paz en su conjunto, me parece que los procesos todavía están vivos, tanto con el EMC como con el ELN, pero lo que sin duda alguna todavía no termina de funcionar y de encajar son los avances en materia de humanización y el gobierno ha dicho en repetidas oportunidades que uno de los ejes centrales de la negociación es que antes de un acuerdo de paz definitivo se debe, entre comillas, humanizar la guerra y en esa humanización se ha fallado”, explicó Jaramillo.
Por último, el país espera por la liberación del Mane, como se le conoce al padre del futbolista. ELN ha dicho que trabajan en su liberación, diversos organismos humanitarios se habrían movilizado hacia el lugar donde el grupo habría dado las coordenadas para dejarlo en libertad en un caserío cercano a la Serranía del Perijá.