Rubén Darío Granda, hermano de un dirigente de las FARC, llegó a Managua, donde el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega le concedió asilo político.
Granda dijo que agradecía a Ortega por "su corazón solidario y valiente" al darle asilo.
Al mismo tiempo, Granda aseguró que el mandatario nicaragüense evitó que en Colombia le hicieran "un típico delito de sangre, un falso positivo jurídico".
"Me querían exterminar moralmente y conducir a un crimen de odio", dijo Darío Granda.
Granda señaló que es un docente que lleva años impartiendo cátedras en sectores públicos y privados y que ponía a disposición del gobierno de Nicaragua sus conocimientos.
El asilado llegó junto a su esposa Elba Mercedes Aranda Urriago y su hijo Juan David, de 22 años.
Granda es hermano de Rodrigo Granda, un jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocido como "el canciller" de la guerrilla por sus actividades en el extranjero.
Por su parte, el gobierno colombiano informó que aunque no está de acuerdo con el asilo, tampoco se opondrá a la salida de Granda del país.
La decisión de otorgarle asilo a Granda generó el rechazó del líder liberal, Eduardo Montealegre, quien la calificó como una "estupidez" de parte de Ortega porque "está convirtiendo a Nicaragua en un nido o ratonera de terroristas".