En Corea del Sur, ni las tensiones con su vecino del norte, ni el propio Santa Claus, son los protagonistas esta navidad. Doce pingüinos, se robaron, no sólo la atención, sino el corazón de niños y adultos en uno de los parques de diversiones más populares de Seúl.
Ante las alertas por su posible extinción, los pingüinos han llamado la atención de todo el mundo por su singular modo de vida, o simplemente porque la naturaleza les dio una particular belleza.
Y aunque proceden de una tierra tan fría como la que habita Santa Claus, hasta ahora, nadie los había hecho protagonistas de la Navidad.
Sin embargo, en Corea del Sur, las directivas de uno de sus más populares parques de diversiones, decidieron convertirlos en las estrellas de esta temporada.
"La razón por la cual estos amigos pingüinos han llegado vestidos, como Rudolph y Santa, es para celebrar la Navidad de una manera especial para los niños", dice Kim Jon, organizador del evento en el parque Mi-hwa.
Los 12 pingüinos fueron ataviados para la ocasión y tiraron del trineo de Santa Claus, lo que hizo, más que felices a los niños que asistían al parque.
"Ver a los pingüinos me hizo desear aún más que llegue la navidad", dijo Lee Do-eun un estudiante de kínder.
Según algunos expertos, la particular idea no sólo sirvió a los papás para manejar la tensión de los niños en espera de sus regalos navideños, sino como terapia para relajar la tensión que también ellos han vivido en las últimas semanas por la amenaza de guerra en su país. Algunos maestros han comentado con cierta alarma, que este sentimiento se ve reflejado en lo que sus pequeños alumnos dibujan en sus asignaciones creativas.