Desde su promulgación, la Resolución sobre los Poderes de Guerra ha sido un punto de conflicto entre los presidentes estadounidenses y el Congreso.
En momentos en que el presidente de Estados Unidos analiza las posibilidades de lanzar un ataque contra las fuerzas del gobierno de Siria, comienzan a emerger los factores jurídicos relaciones relevantes relacionados con la decisión.
El ejército de Estados Unidos está preparado para entrar en acción en Siria en caso de que el presidente Barack Obama lo solicite.
La afirmación fue realizada por el secretario de Defensa, Chuck Hagel durante su visita a Malasia, donde indicó que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados todavía están evaluando cómo reaccionar ante la evidencia sobre el presunto uso de armas químicas en Siria.
Los principales asesores de seguridad nacional y asesores militares presentaron el pasado sábado al presidente Obama un conjunto detallado de opciones para responder a la supuesta utilización de armas químicas por parte del gobierno sirio.
La Constitución de Estados Unidos dice que el presidente es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, pero le da al Congreso el poder de declarar la guerra y el control sobre la financiación de las operaciones.
Además, una ley que ya tiene cuarenta años sobre los poderes de declarar la guerra, requiere que el presidente notifique al Congreso dentro de un plazo de 48 horas de resolver la acción militar y prohíbe a las fuerzas armadas permanecer involucradas por más de 60 días sin la aprobación de los legisladores.
Desde su promulgación, la Resolución sobre los Poderes de Guerra ha sido un punto de conflicto entre los presidentes estadounidenses y el Congreso.
Los mandatarios estadounidenses han autorizado en varias oportunidades la intervención militar en el extranjero tras consultas con los líderes del Congreso, pero a menudo lo han hecho sin la aprobación específica del voto en el Congreso.
En particular, hace dos años el presidente Barack Obama ordenó la participación militar de Estados Unidos en el bombardeo contra las tropas del ya fallecido líder de Libia, Muammar Gadhafi, en apoyo de las resoluciones de Naciones Unidas (ONU), aun sin contar con la aprobación del Congreso.
Sin la resolución inmediata de Naciones Unidas respecto a una intervención en Siria, Estados Unidos dependería de aliados como Gran Bretaña y Francia, si es que decide actuar.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Estado explicó que el presidente Obama está "estudiando los hechos y va a tomar una decisión en base a la información sobre una forma responsable de avanzar en el tema".
Durante una entrevista ofrecida la semana pasada a CNN, el mandatario señaló que "existen normas de derecho internacional" que gobiernan las situaciones de guerra.
En tal sentido, Obama dijo que "cuando vemos el uso a gran escala de armas químicas... esto empieza a alcanzar algunos intereses nacionales fundamentales para Estados Unidos, tanto en cuanto a tener la seguridad de evitar la proliferación de armas de destrucción masiva, así como la necesidad de proteger a nuestros aliados y nuestras bases en la región".
El presidente Obama agregó que “es un tema tan difícil, que requiere la atención del país, y es de esperar que demande la atención de toda la comunidad internacional".
Hasta el momento no existe una decisión sobre la intervención de Estados Unidos, ya sea para el lanzamiento de misiles desde los buques de guerra de Estados Unidos estacionados en el este del mar Mediterráneo contra objetivos militares sirios. Sin embargo, algunos legisladores estadounidenses, entre ellos el oponente de Obama en la elección presidencial de 2008, el senador John McCain, han propuesto que se lleven a cabo este tipo de ataques limitados.
Las opciones
Las opcionesEl ejército de Estados Unidos está preparado para entrar en acción en Siria en caso de que el presidente Barack Obama lo solicite.
La afirmación fue realizada por el secretario de Defensa, Chuck Hagel durante su visita a Malasia, donde indicó que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados todavía están evaluando cómo reaccionar ante la evidencia sobre el presunto uso de armas químicas en Siria.
Los principales asesores de seguridad nacional y asesores militares presentaron el pasado sábado al presidente Obama un conjunto detallado de opciones para responder a la supuesta utilización de armas químicas por parte del gobierno sirio.
Además, una ley que ya tiene cuarenta años sobre los poderes de declarar la guerra, requiere que el presidente notifique al Congreso dentro de un plazo de 48 horas de resolver la acción militar y prohíbe a las fuerzas armadas permanecer involucradas por más de 60 días sin la aprobación de los legisladores.
Desde su promulgación, la Resolución sobre los Poderes de Guerra ha sido un punto de conflicto entre los presidentes estadounidenses y el Congreso.
Los mandatarios estadounidenses han autorizado en varias oportunidades la intervención militar en el extranjero tras consultas con los líderes del Congreso, pero a menudo lo han hecho sin la aprobación específica del voto en el Congreso.
En particular, hace dos años el presidente Barack Obama ordenó la participación militar de Estados Unidos en el bombardeo contra las tropas del ya fallecido líder de Libia, Muammar Gadhafi, en apoyo de las resoluciones de Naciones Unidas (ONU), aun sin contar con la aprobación del Congreso.
Sin la resolución inmediata de Naciones Unidas respecto a una intervención en Siria, Estados Unidos dependería de aliados como Gran Bretaña y Francia, si es que decide actuar.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Estado explicó que el presidente Obama está "estudiando los hechos y va a tomar una decisión en base a la información sobre una forma responsable de avanzar en el tema".
Durante una entrevista ofrecida la semana pasada a CNN, el mandatario señaló que "existen normas de derecho internacional" que gobiernan las situaciones de guerra.
En tal sentido, Obama dijo que "cuando vemos el uso a gran escala de armas químicas... esto empieza a alcanzar algunos intereses nacionales fundamentales para Estados Unidos, tanto en cuanto a tener la seguridad de evitar la proliferación de armas de destrucción masiva, así como la necesidad de proteger a nuestros aliados y nuestras bases en la región".
El presidente Obama agregó que “es un tema tan difícil, que requiere la atención del país, y es de esperar que demande la atención de toda la comunidad internacional".
Hasta el momento no existe una decisión sobre la intervención de Estados Unidos, ya sea para el lanzamiento de misiles desde los buques de guerra de Estados Unidos estacionados en el este del mar Mediterráneo contra objetivos militares sirios. Sin embargo, algunos legisladores estadounidenses, entre ellos el oponente de Obama en la elección presidencial de 2008, el senador John McCain, han propuesto que se lleven a cabo este tipo de ataques limitados.