Servidores de la Policía de Antinarcóticos serían los responsables de la masacre perpetrada el 6 de octubre en el municipio de Tumaco, del departamento de Nariño en Colombia, según informó este domingo la Defensoría del pueblo de ese país, basada en testimonios recogidos por una comisión humanitaria de la institución en el lugar de los hechos, donde el jueves se registró una protesta de campesinos cocaleros contra la erradicación de cultivos ilícitos.
Entre tanto los campesinos niegan la injerencia de grupos armados ilegales en el ataque y el lanzamiento de armas no convencionales como “tatucos” o cilindros bombas.
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Por su parte el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos ordenó esta semana una investigación adicional sobre el evento, donde se registró la muerte violenta de al menos seis personas, "entre ellas dos comuneros del pueblo indígena Awá, por disparos de arma de fuego".
En el episodio al menos otras 20 personas resultaron heridas.
Las organizaciones de agricultores regionales acusaron a la policía y al ejército de disparar a los civiles para romper la protesta y abrir el camino para la erradicación "forzada" de los cultivos.
"Estamos verificando la forma exacta en que las cosas ocurrieron", dijo Santos durante una conferencia de prensa. "Estamos investigando, no quiero atarme a ninguna versión de los eventos hasta que estas investigaciones nos den una claridad total sobre lo que sucedió".
Los acontecimientos subrayaron el importante desafío que representa el narcotráfico al proceso de paz con las FARC, dijo el jefe de la misión de las Naciones Unidas en Colombia.
"Los hechos refuerzan nuestra convicción en las Naciones Unidas de la necesidad de dar a los agricultores de coca en las regiones afectadas todos los medios para escapar de la terrible elección entre la extrema pobreza y la ilegalidad", dijo a periodistas el jefe de la misión, Jean Arnault.
El cultivo de la coca alcanzó niveles no vistos por una década el año pasado después de que el gobierno prohibió la fumigación aérea con glifosato, un herbicida que se ha relacionado con el cáncer. La prohibición ha provocado críticas de Estados Unidos, que está destinando al país andino más de 400 millones de dólares para la implementación del acuerdo con las FARC.
La Coca se cultiva en alrededor de 188.000 hectáreas (464.000 acres) en toda Colombia. El gobierno quiere erradicar manualmente 100.000 hectáreas este año.