La policía de Hong Kong empleó gas lacrimógeno el domingo en un parque público donde miles de manifestantes pedían reformas electorales y un boicot al Partido Comunista chino.
Con las máscaras y ropa negra habituales de su movimiento, los participantes abarrotaron el Chater Garden, cerca del edificio del Consejo Legislativo local. Alzaron carteles con lemas como "Hong Kong libre" y ondearon banderas estadounidenses y británicas.
"Queremos sufragio universal de verdad", corearon los manifestantes. "Disolved el cuerpo de policía, ¡Hong Kong libre!".
Hong Kong, una excolonia británica, fue devuelta a China en 1997. Aunque el concepto de "un país, dos sistemas" prometía al territorio más derechos democráticos de los que se permiten en el territorio continental chino, los manifestantes afirman que sus libertades se han ido erosionando durante el mandato del presidente de China, Xi Jinping.
Las fricciones entre los hongkoneses partidarios de más democracia y el gobierno central en Beijing, controlado por el Partido Comunista, estallaron el pasado junio cuando una propuesta de ley sobre extradiciones dio pie a meses de manifestaciones masivas, a menudo violentas.
La ley, que habría permitido enviar a residentes en Hong Kong a China para ser juzgados allí, ya se ha retirado, pero el movimiento de protesta ha evolucionado durante ocho meses para incluir demandas democráticas y una pesquisa independiente sobre prácticas policiales.
Aunque comenzaron con marchas pacíficas, las protestas fueron aumentando el nivel de violencia por la frustración ante la respuesta del gobierno. Los activistas sienten que la jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha ignorado sus demandas y utilizado a la policía para reprimirles.
En respuesta a las protestas del domingo, el gobierno local emitió un comunicado señalando al "sufragio universal de 'una persona, un voto' como objetivo último" contemplado por la Ley Básica, que funciona como la constitución del territorio. Ese objetivo se aplicará con "progreso gradual y ordenado", indicó el comunicado.
"El gobierno comprende las aspiraciones de la comunidad sobre el sufragio universal", añadió. "Para alcanzar esta meta, la comunidad debe comprender con claridad que además de responder ante (Hong Kong), el director general seleccionado por sufragio universal es nombrado por el Gobierno Popular Central y también debe responder ante el GPC".
Las protestas se ven impulsadas por una profunda desconfianza hacia el gobierno central y Xi, ampliamente considerado como el líder chino más autoritario en décadas. Algunos manifestantes han acusado a Lam de ser una "marioneta de Beijing", una descripción que ella rechaza.
En los últimos meses, los manifestantes han lanzado a la policía antimotines ladrillos y bombas incendiarias, mientras que las autoridades han respondido con gases lacrimógenos, balas de goma y -de forma inusual- munición real.
Las protestas han golpeado la economía del núcleo financiero, ante la marcha de los turistas y el cierre de comercios durante los altercados.
La policía de Hong Kong autorizó el acto del domingo en el parque, pero no una marcha que habían planificado los organizadores.
Los asistentes emplearon ladrillos, paraguas y vallas de tráfico para cortar una carretera. La gente corrió buscando dónde cubrirse después de que la policía antimotines se desplegara en torno al parque e izara banderas amarillas, ordenando a la multitud que se dispersara porque participaban en una asamblea general.
Dos agentes tenían heridas sangrantes en la cabeza después de que un grupo de personas les atacara con palos de madera, según un comunicado policial, que añadió que algunos lanzaron botellas de agua y otros objetos a los agentes. Algunas personas lanzaron bombas de pintura a edificios del distrito financiero, según la policía.