El año que termina fue especialmente malo para los policías en EE.UU. puesto que el número de agentes muertos estando de servicio ascendió a 160, cuarenta y tres más que en 2009.
De acuerdo con la National Law Enforcement Officers Memorial Fund, una fundación encargada de honrar a los policias con un desempeño heróico o los que perecen en el cumplimiento del deber, en 2010 hubo mayor cantidad de incidentes en los que murieron al menos dos agentes.
Entre los ejemplos citados están el de un par de policías que fueron emboscados en un remoto poblado de Alaska, otros dos abatidos en California por un sospechoso cuando lo iban a detener, y una pareja de agentes baleados durante una operación antidrogas en una autopista en Arkansas.
Craig Floyd, director de la fundación, dijo que los problemas económicos de la nación podrían haber incidido en la cifra de víctimas mortales debido a que los presupuestos de la policía se han visto afectados en algunas comunidades.
“Les estamos pidiendo a nuestros agentes que hagan más con menos, que combatan a los criminales convencionales y que además presten servicio en la lucha contra el terrorismo”, señaló.
Uno de los más recientes incidentes ocurrió el domingo 26 de diciembre en Woburn, una ciudad al norte de Boston, en Massachusetts, cuando un policía que acudió a impedir un intento de robo armado en una tienda por departamentos fue muerto de un disparo.
El otro fue el lunes 27, cuando un agente de la patrulla de caminos estatal de Georgia recibió dos mortales balazos en el rostro mientras trataba de detener un vehículo en Atlanta por una violación de tráfico.
Las muertes del 2010 ocurrieron en 30 estados y en la isla de Puerto Rico, aunque la mayoría de ellas se reportaron en Texas, California, Illinois, Florida y Georgia.