El secretario del departamento de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, señaló este martes que ha llegado la hora de que el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, abandone el cargo y de que los venezolanos puedan celebrar unas elecciones "libres y justas".
"El objetivo es reemplazar la dictadura ilegítima de Maduro con un gobierno de transición legítimo, que pueda celebrar unas elecciones presidenciales libres y justas para todos los venezolanos. Es hora de que Maduro se vaya", aseguró Pompeo durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la cartera de Exteriores, en Washington.
Los comentarios del jefe de la diplomacia estadounidense se producen después de que la semana pasada el gobierno del presidente Donald Trump ofreciera levantar todas las sanciones que pesan sobre Venezuela a cambio de que el gobierno en disputa accediera a la formación de un consejo de Estado, cuya misión sería convocar elecciones en un plazo máximo de doce meses.
Pompeo aseguró que, tras anunciar la propuesta, el pasado 31 de marzo, Washington ha recibido el apoyo de "docenas" países que aprueban el "marco de trabajo" de la iniciativa.
Al presentar la propuesta, Pompeo subrayó que, entre las condiciones que deben cumplirse para que EE.UU. acceda a suspender las sanciones contra Venezuela, se encuentran: la creación de un consejo de Estado en el que estén representados gobierno y oposición, la futura celebración de elecciones presidenciales y la marcha de todas las fuerzas de seguridad extranjeras que se encuentran en territorio venezolano.
En otro orden de cosas, el funcionario se refirió este martes al papel de EE.UU. en la lucha contra la pandemia del coronavirus por todo el mundo y reconoció que Washington restringirá el envío de "equipos médicos críticos" hasta que la situación en el país esté bajo control.
"Nuestro foco estará en mantener en EE.UU. los equipos médicos críticos hasta que se haya satisfecho la demanda aquí", explicó.
No obstante, Pompeo aseguró que su país seguirá prestando una "asistencia significativa" a sus socios, puesto que "los virus no saben de fronteras". En este sentido, el funcionario anunció que Washington destinará 225 millones de dólares adicionales para ayuda sanitaria, humanitaria y económica para hacer frente a la pandemia "a nivel mundial".
"Cuando ayudamos a nuestros amigos en el extranjero, nos mantiene más seguros aquí, en nuestra casa", concluyó.