El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, insistió en acusar a China de ocultar información relativa al brote del nuevo coronavirus, que se inició en la localidad de Wuhan a finales del año pasado.
"Mi preocupación es que este encubrimiento, esta campaña de desinformación orquestada por el Partido Comunista chino, sigue privando al mundo de una información necesaria para evitar futuros casos o para que algo así vuelva a ocurrir", declaró Pompeo en una entrevista concedida a la emisora Washington Watch el martes.
El funcionario recordó que el brote comenzó en Wuhan, "no cabe duda al respecto", y lamentó que el "encubrimiento" por parte de las autoridades chinas "retrasó la respuesta de una manera que, ciertamente, puso miles de vidas en peligro".
Con estas palabras, el jefe de la diplomacia estadounidense hacía suyo el mensaje repetido desde hace días por el presidente Donald Trump, quien en reiteradas ocasiones ha acusado al gigante asiático de agravar la pandemía al ocultar información sobre el brote.
"La importancia de la transparencia para la salud humana y la inestabilidad global creada por el comportamiento del Partido Comunista chino es algo muy arriesgado", recalcó Pompeo.
Las palabras del funcionario estadounidense provocaron el rechazo de Pekín, de acuerdo con Reuters, que pidió a Washington que deje de "politizar" la crisis sanitaria.
El propio Trump suele referirse al coronavirus como el "virus chino", algo que ha suscitado numerosas críticas al considerar que esta expresión pone en peligro a la comunidad estadounidense de origen asiático por tener un matiz racista, algo que el mandatario ha rechazado tajantemente.
"No es racista en absoluto, [el virus] procede de China y quiero ser preciso", justificó Trump en una rueda de prensa celebrada el pasado 18 de marzo.
No obstante, el presidente recurrió este martes a las redes sociales para difundir un mensaje pidiendo que se proteja a la comunidad asiático-americana "en Estados Unidos y en todo el mundo" ante las crecientes muestras de desprecio sufridas por este grupo a lo largo del país.
El G7 aborda la cuestión
Ya el miércoles, el propio Pompeo aseguró que el G7 había abordado "la campaña de desinformación internacional" china durante el encuentro virtual mantenido ese mismo día por representantes de las siete potencias más industrializadas.
El funcionario aseguró que el grupo se había mostrado de acuerdo en la importancia de que todos los países afectados compartan la información relativa al virus de la que disponen.
"Es significa transparencia absoluta por parte de todos, incluido el Partido Comunista Chino. Este es un constante desafío y necesitamos recibir información de calidad por parte del Partido Comunista Chino sobre lo que está pasando allí", señaló Pompeo, quien no dudó en referirse al nuevo coronavirus como el "virus de Wuhan".